Si bien el problema de la distribución de las vacunas es algo que afecta a todos los países, esto se acentúa si se trata de los menos pudientes. Mientras que algunos ya comienzan a vacunar a menores de edad, África solamente representa al 2% de toda la vacunación mundial.
Por eso, varias personalidades políticas de renombre, como Joe Biden, proponen la liberación de las vacunas contra el COVID-19. Sin embargo, el jueves pasado, la directora general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, aseguró que la suspensión de las patentes “no será suficiente”.
“Para resolver el inaceptable problema de la inequidad en el acceso a las vacunas, tenemos que ser holísticos. No se trata del uno ni del otro”, dijo la dirigente a la par que recomendó la “transferencia de tecnología y know-how” de país a país.
“Estoy convencida de que podemos acordar un documento que dé a los países en desarrollo ese tipo de acceso y flexibilidad, al tiempo que protege la investigación y la innovación”, finalizó Okonjo-Iweala.
Cabe destacar que, entre los que se negaron a liberar las patentes, se encuentra la Unión Europea, que propuso, como contrarrespuesta, la posibilidad de suspender la obligación que tienen los países de negociar con las farmacéuticas y que la fabricación de los inoculantes sea a precio de costo.
“En este momento crucial, el acceso universal y justo a las vacunas y los tratamientos debe ser la prioridad número uno de la comunidad global”, fueron las palabras de Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión Europea, destacó ante el Parlamento Europeo, respecto a esta problemática.