Se terminó el show

Se fue el Poncho 2024, esa fiesta tradicional que los gobiernos de turno usan como opio para anestesiar a la gente, con contrataciones y gastos millonarios y flojos de controles, en una Provincia que se declaró en emergencia económica, pero que sabe que con el circo no se jode.

Pasado de rosca, Raúl Jalil festejó el éxito total de la fiesta, como se hace todos los años, porque siempre se dice que la fiesta es un éxito y nunca se dice cuánto costó ni qué amigos se beneficiaron; pero el tema es que el gobernador se despachó con que fue el encuentro “más grande que se haya realizado en Catamarca y en todo el país”.

¿De todo el país? Epa, epa, bajá un cambio Raúl, que va más gente a la Expo Rural de Palermo, a la Feria del Libro y a un montón de fiestas.

Parece que desde que se hizo libertario se contagió de la manía de querer que todo sea gigante, histórico y único. Y debe ser, porque hace unos días llamaba a hacer un pacto para definir las políticas por “los próximos cien años”. ¿Cien años? Dejá de vender verdura, qué compromiso se puede tomar para dentro de un siglo, para el año 2124… parece un chiste. No vamos a estar ninguno de nosotros. ¿Qué necesidad de vender tanto humo con pompas vacías?

Además, ¿de qué pacto habla si no escucha a nadie? Todo lo decide él. ¿Qué va a solucionar a cien años si no puede hacer que dejen de cobrar plus médico? Si no puede ni arreglar las escuelas, si no puede frenar la inseguridad, si no fue capaz de dejar de meter gente en el Estado.

¿Por qué en lugar de preocuparse por lo que va a pasar en 100 años no gobierna para esta semana y la semana que viene? ¿Por qué no busca la manera de tener menos de 1.000 índices ñoquis con sueldos que pagamos todos? ¿Por qué no explica para qué tiene más ministros que el propio presidente de la Nación? ¿Por qué no explica por qué tanta obra pública se hace justo para valorizar propiedades de su familia?

¿Por qué no define de qué partido político es él por los próximos cien días? Porque ha paso de macrista, barrionuevista, kirchnerista, massista, libertario…

¿Por qué en vez de pensar un siglo hacia adelante no se fija cómo contaminan las mineras y como arrasan con los derechos de los pueblos originarios?

¿Por qué no revisan las cuentas de los que se llevan el litio sin necesidad de que la Aduana le avise que están robando?

¿Por qué no pregunta lo que está pasando con los chinos en Tinogasta?

Si hace un par de meses quería sacar ganancias y ahora festeja que vuela Ganancias, ¿qué puede planear a 100 años si no mantiene ni sus propias opiniones?

Pacto a cien años, fiestas, negociados y circo. Así estamos.

El catucho 

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