Hace rato que el intendente de Capital, Gustavo Saadi, viene marcando diferencias con Raúl Jalil, y cada vez lo hace con más vehemencia.
El lord capitalino, que según todos los sondeos está muy por encima del gobernador en imagen e intención de voto, dejó ver su descontento con la forma en que se resolvió la fecha de las elecciones del año que viene, y lo hizo saber sin pelos en la lengua.
Es que desde julio o agosto que se venía hablando del tema, el gobernador fue pateando la pelota para adelante sin anunciar nada, y la espuma bajó después de una reunión que tuvo en Casa Rosada con Alberto Fernández, acompañado por Lucía Corpacci.
Hasta entonces Raúl venía amagando con suspender las PASO –por lo menos opinó varias veces que son un gasto innecesario y que la gente se cansa de ir a votar tantas veces-, pero después de sentarse en la mesa del debilitado jefe parece que cambió de opinión.
Ni marzo, ni unificación con las primarias ni nada, se sigue con mansedumbre el calendario nacional, que es lo que le conviene al Gobierno nacional, que viene desastroso en la gestión. Al revés, a las provincias no les conviene para nada, porque hoy la gestión nacional es piantavotos.
Y Raúl, que primero iba a reunirse con Fulano y Mengano, y después iba a hacer el anuncio… a mediados de octubre, a fines de octubre, a mediados de noviembre, etc., llegó a diciembre calladito y todo se hará como quiere Buenos Aires, o Nación, que es más o menos lo mismo.
Y Saadi se molestó, porque tras aclarar que “a mí no me consultaron absolutamente nada”, se quejó de que acá se cumplan órdenes como si fuéramos empleados de Alberto y Cristina.
“Nos llenamos la boca hablando de federalismo, pero parece que hay que pedir permiso en la Nación cuando vamos a hacer una elección. Lo decidamos los catamarqueños, eso es lo más importante”, disparó.
Algo de razón tiene –bastante- pero al margen de eso es el gesto de plantarse y decirlo lo que llama la atención, en un escenario político donde –sobre todo en el oficialismo- reinan los aplaudidores y obsecuentes.
¿Quedará todo ahí? ¿Cómo una declaración de descontento y nada más? Puede pasar eso o que Saadi patee el tablero, como se lo viene pidiendo la militancia.
Habría que ver si se anima a llamar a elecciones antes en Capital (puede hacerlo) separándose de Raúl, o incluso si se atreve a enfrentar al gobernador en una interna.
Son especulaciones y análisis, pensando en voz alta. Las calcomanías de Gustavo 23 están por todas partes. Será cuestión de ver si la rebelión se queda en palabras o avanza más allá.
El catucho