La continuidad del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) es evaluada por las autoridades del ministerio de Desarrollo Social y la Anses, luego de que se completara el pago de la tercera edición del programa.
Las restricciones de la cuarentena y la caída económica en todo el país afectaron a los sectores más vulnerables y a los trabajadores informales, por lo que el Gobierno implementó el IFE y, tras las consecutivas extensiones del aislamiento, debió prolongar su existencia.
Sin embargo, la cuarta edición no está confirmada y, entre otras cosas, es posible que la modalidad se convierta en otro beneficio o modifique sus condiciones generales. Las autoridades habían indicado que antes de que culmine septiembre iban a tener definido cómo seguir con la asistencia estatal.
De acuerdo a las declaraciones de la titular de Anses Fernanda Raverta, semanas atrás, se analiza si habrá una cuarta ronda de IFE y la modalidad en que se llevará a cabo: “No podemos decir ni cuántos IFE va a haber ni cómo van a ser, porque lo que hacemos todo el tiempo es revisar en función de la salud y la situación económica”, sostuvo la funcionaria.
La distribución del IFE llega a casi nueve millones de beneficiarios e incluye un monto de $10.000 mensuales para los trabajadores informales, monotributistas de las categorías más bajas y empleadas domésticas.
El IFE fue pensado como un subsidio extraordinario para que los sectores más golpeados por las restricciones de la cuarentena reciban una asistencia momentánea, hasta culminar la situación de emergencia sanitaria.
Meses atrás se analizó reemplazar el IFE por una renta universal, aunque luego el ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo lo descartó por no estar dadas las condiciones fiscales para hacerlo.
