El rumor crece y crece. Unos son incrédulos, otros ya se indignan. La novela de Bacchiani parece que va a tener final feliz para él y sus especuladores, porque lo ayudarán a salir del desastre en el que se encuentra. ¿Con qué plata? Adiviná… ¡con la tuya!
No es un chisme y nada más, lo anunció el propio Edgar Adhemar Bacchiani en vivo y en directo: dijo que estaba avanzando en llegar a un “acuerdo” con el Gobierno para asegurar “la paz social”. Llamen a Ripley, créase o no.
Entonces tiene razón Francisco Monti cuando dice que la reacción oficial es una mala puesta en escena. Porque para la gilada el Gobierno dice “si te estafaron vení, avísame y te ayudamos a denunciar”, pero ¿bajo el Poncho lo llaman al Pelado para ver qué necesita?
¿Por qué el Gobierno debería rescatar a una financiera particular que se atrasa con los pagos? ¿Por qué no ayudan al kiosco del barrio, a la señora que no duerme toda la noche porque está armando veinte docenas de empanadas para ganar unos pesos? ¿Por qué hay que salir a rescatar con dinero público a un especulador en dólares que se pasea en Ferrari?
No tiene explicación. O sí: el Gobierno no sale a rescatar al Pelado, sino a sus propios amigos, que le dieron fortunas y ahora quieren cobrar.
Los que metieron miles de dólares quieren el porcentaje prometido. Bacchiani no tiene o dice que no tiene. Fenómeno… ¿tenemos que pagar los que no vimos un dólar ni en foto?
En una provincia con comedores populares que no tienen qué ofrecer a los vecinos, con falta de agua y luz, con miles de familias sin cloacas, con hospitales que se inundan y que tienen cocinas mugrosas… ¿se va a gastar dinero del Estado para la “paz social” de los amigotes que quieren rentas millonarias en dólares sentados en el sillón de su casa?
¿En qué se alteró la paz social? ¿En que quieren hablar con Bacchiani y el Gobierno manda un ejército de policías para que lo proteja y nadie lo moleste?
Es el mismo Bacchiani que vivió desproticando contra la inutilidad del Gobierno, el que dice que le quieren cortar las alas por envidia y que hay manos negras que no quieren que sean todos millonarios.
Vean el grado de cinismo: Bacchiani se presenta como el Dios privado de las criptomonedas que tiene los secretos para hacer ricos a todos, y dice que el Estado es un desastre. El Gobierno dice que está preocupadísimo y ofrece ayuda a quienes lo quieran denunciar.
Pero eso es para la tribuna. En realidad el que se las sabe todas va a pedir auxilio llorando al Gobierno… y tal parece que el Gobierno ¡se lo va a dar!
¿Alguien toma nota de semejante delirio? ¿Cuál es el acuerdo del que habla Bacchiani? ¿Con dinero público se va a cubrir el derrumbe de los imaginarios “Bitcoin”?
¿A quién le tienen tanto miedo? ¿Si la fórmula del éxito instantáneo le falló al “God Trader” ahora hay que salir a juntarla para que sea feliz?
¿No eran estos especuladores los que salían a reclamar que el Estado no se meta en sus negocios? ¿Y ahora le piden que se meta para ayudarlos? Cuándo supuestamente “ganaban” millones ¿repartieron algo? ¿Por qué ahora los que no creyeron ni “invirtieron” ni se tragaron el verso de la riqueza instantánea tienen que ponerla para que ellos cobren?
Hay que seguir de cerca el tema. Hay que ver si el anunciado acuerdo se hace y en qué consiste. Y exigir toda la información: ni un peso, ni un centavo de los catamarqueños puede desviarse para rescatar a los especuladores.
No puede haber paz social si ellos juegan con plata de mentirita y cuando necesitan la verdadera le meten la mano en el bolsillo a la gente.
Estamos esperando la desmentida del Gobierno a los dichos de Bacchiani. Por ahora, todos muditos.
[…] ¿Salvan a Bacchiani con plata del Estado? […]