El vicegobernador Rubén Dusso fue entrevistado anoche en el canal nacional Crónica TV, para explicar la forma de trabajar que Catamarca adoptó una vez declarada la pandemia de coronavirus en todo el territorio nacional.
Cabe destacar que, luego de confirmado el primer caso de COVID-19 en Formosa durante la jornada de ayer, Catamarca es ahora la única provincia argentina aún libre de casos.
Ante la primera pregunta de rigor hecha por los periodistas, buscando saber cómo hizo nuestra provincia para mantenerse en casos cero, Dusso manifestó: “Si bien en cualquier momento podemos tener un caso, lo cierto es que durante ocho años tuvimos una Gobernadora que fue infectóloga (por Lucía Corpacci). Además tuvimos durante bastante tiempo el Dengue, que está prácticamente todos los años, y la salud en Catamarca fue tratada durante todo ese tiempo como lo que debe ser; como una prioridad. Ahora con el gobierno de Raúl Jalil se le da continuidad a aquella gestión en salud y, por ejemplo, respecto al Dengue en el contexto del Noa y Nea, somos la provincia que menos casos tiene”.
“Con respecto al coronavirus, fuimos la primera provincia argentina que por decreto determinó el uso de barbijo obligatorio, y que quien no cumpliera con la medidas de seguridad, que incluían el aislamiento, la distancia social, entre otras, tendría multas de $50,000 a $200,000, que no se necesitaron aplicar ya que en la población hay una conciencia, hay acciones y conductas”, dijo el vicegobernador.
También Dusso destacó que la Provincia trabaja con los 36 municipios de forma coordinada, resaltando que “no se le mira el color político a los intendentes sino que aquí la prioridad es la salud de los catamarqueños”.
Consultado respecto a la “nueva normalidad”, o al regreso paulatino a las actividades en la provincia, el vicegobernador destacó la labor de los COE: “En cada municipio hay un Comité de Emergencia local, formado por el intendente junto a la autoridad de Seguridad y la autoridad de Salud, vecinos y comerciantes, y en cada lugar se va abriendo la actividad de acuerdo a la forma y a los cuidados que se vayan tomando”, detalló. “Acá los comercios están funcionando; se toma la distancia que tiene que haber entre las personas, el uso de barbijos sigue siendo obligatorio, así como también el medir la fiebre antes de ingresar al lugar. Es decir: hacer cumplir los protocolos. Para eso se firmó un convenio con el Colegio Único de Trabajadores de la Higiene y Seguridad, ya que los protocolos pueden estar muy bien hechos pero si no hacemos que se cumplan no se logran los objetivos. Entonces, es mediante convenio que este colegio se encarga de supervisar que todas las normas establecidas se cumplan”, explicó.