Una mujer de 33 años, que se contagió de coronavirus durante la última semana de su embarazo, murió el jueves en Rosario después de dar a luz. Su hijo se encuentra en buen estado de salud.
Fuentes médicas confirmaron que la mujer tenía una cesárea programada para el 26 de mayo pero el 18 registró síntomas leves de coronavirus y tuvo un testeo positivo. Si bien la enfermedad se inició de manera moderada, cuatro días después empezó con un cuadro más severo de náuseas, dolores abdominales y contracciones, por lo que fue derivada a internación.
Los médicos que le hicieron el seguimiento decidieron adelantar el parto. Según publicó un medio rosarino, el posoperativo fue normal y el bebé nació sin complicaciones. Pero a las 72 hs la mujer presentó síntomas respiratorios y le diagnosticaron neumonía bilateral.
La evolución de la mujer fue “muy mala y muy rápido”, explicaron los médicos. “Los parámetros inflamatorios de todo su organismo se dispararon sin freno”. A eso se sumó una falla renal.
Embarazos y complicaciones
La muerte de esta mujer hizo que especialistas en obstetricia le pidieran al Ministerio de Salud de Santa Fe que considere a las embarazadas de más de tres meses dentro de los grupos prioritarios para recibir la vacuna contra el coronavirus. Además los médicos piden que ante cualquier síntoma se comuniquen de inmediato con un profesional de la salud para recibir la guía correcta.
“Las mujeres embarazadas con COVID-19 tienen más de un 50% de probabilidades de sufrir complicaciones en el embarazo (parto prematuro, preeclampsia, eclampsia e ingreso a la UTI) en comparación con las mujeres embarazadas sin COVID-19”, señalaron desde la Universidad de Oxford.