River Plate escribió una página inolvidable en la historia del deporte argentino al imponerse 27-24 sobre Boca Juniors en el primer superclásico oficial de handball, disputado en el marco de la séptima jornada del Torneo Metropolitano Apertura. El encuentro, cargado de emoción, fue el puntapié inicial de una nueva rivalidad entre los dos gigantes del país, esta vez en la cancha de siete metros.
El duelo fue parejo desde el inicio, con un Boca que supo estar al frente durante casi todo el encuentro. A seis minutos del final, el “Xeneize” lideraba por 24-22, pero el equipo de Núñez no bajó los brazos y protagonizó una remontada memorable con un parcial de 5-0 que selló la victoria.
Con este triunfo, River sumó 18 puntos y escaló al cuarto puesto de la tabla general, dejando atrás a Ferro Carril Oeste, que posee 14 unidades. Más allá del resultado, lo vivido en las tribunas también fue histórico: bombos, cánticos, banderas y la pasión inconfundible de un clásico que ahora también se vive en el handball.
El broche de oro lo puso Bautista Gallardo, quien robó una pelota clave en la última ofensiva, corrió el contraataque y convirtió el gol definitivo que desató la euforia “Millonaria”. Una actuación que no solo definió el partido, sino que abrió una nueva era en la rivalidad deportiva más intensa del país.