La “Operación Contención” dejó decenas de víctimas, caos urbano y una ola de desinformación en redes sociales.
Una megaoperación policial sin precedentes en Río de Janeiro dejó más de 100 muertos y 81 detenidos, generando escenas de caos, cortes de rutas y suspensión de clases en gran parte de la ciudad. El operativo, denominado “Operación Contención”, se llevó a cabo el martes en los complejos del Alemão y de la Penha, donde se encuentran 26 comunidades, con el objetivo de frenar el avance del Comando Vermelho, una de las principales facciones criminales de Brasil.
En la acción participaron más de 2.500 efectivos de las policías civil y militar. Cuatro agentes murieron en el enfrentamiento, que ya se considera la operación más letal de la historia de Río de Janeiro.
Durante la noche del martes y la mañana del miércoles, los vecinos llevaron más de 60 cuerpos a la plaza São Lucas, en el complejo de Penha, lo que elevó la cifra total de muertos a más de un centenar, según medios locales.
El operativo provocó el bloqueo de avenidas principales, la suspensión de clases en escuelas y universidades y el uso de más de 50 colectivos como barricadas. Según reportes oficiales, los criminales emplearon drones para lanzar explosivos contra las fuerzas de seguridad.
Tensión política y versiones cruzadas
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro (PL), afirmó inicialmente que el estado no había recibido apoyo del Gobierno Federal. Sin embargo, el Ministerio de Justicia desmintió esa versión y aseguró que todas las solicitudes estatales fueron atendidas, recordando que la Fuerza Nacional opera en Río desde octubre de 2023 y continuará hasta diciembre.
El ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, aclaró que no recibió pedidos formales de apoyo para esta operación en particular y recordó que una intervención federal —bajo la figura de Garantía de la Ley y el Orden (GLO)— requiere condiciones específicas que no se cumplieron en este caso.
Horas más tarde, Castro moderó su postura y sostuvo que “nunca fue su intención criticar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva”, señalando que sus declaraciones fueron “malinterpretadas”.
Desinformación y caos digital
Mientras se desarrollaban los enfrentamientos, en redes sociales y aplicaciones de mensajería circularon alertas falsas sobre “toques de queda”, robos masivos y saqueos en distintos barrios de Río. La Agencia Lupa y el Centro de Operaciones de la Alcaldía (COR-Rio) desmintieron que la ciudad se encuentre en “fase 4 de crisis”, aclarando que el nivel real de alerta es etapa 2, correspondiente a incidentes de alto potencial de agravamiento.
También se detectaron imágenes manipuladas con inteligencia artificial, una de ellas compartida por figuras políticas en redes sociales, mostrando supuestos incendios masivos en los barrios afectados. Plataformas especializadas confirmaron que se trataba de contenido adulterado con IA.
Un operativo sin precedentes
La Operación Contención marca un nuevo capítulo en la larga historia de violencia urbana en Río de Janeiro, donde las acciones policiales contra el narcotráfico suelen derivar en altos costos humanos y sociales.
Mientras las autoridades buscan controlar la situación, organizaciones de derechos humanos y vecinos reclaman transparencia en el recuento de víctimas y una investigación independiente sobre los hechos que dejaron a la ciudad sumida en un clima de guerra y desconfianza.





