La dirigente social intercambió mensajes con Fabiana González, su mano derecha, que fueron localizados por la Policía del Chaco y la comprometen en la investigación.
Una serie de mensajes de texto comprometen a Marcela Acuña en el crimen de Cecilia Strzyzowski en Chaco. La suegra de la víctima se los envió a su mano derecha, Fabiana González, el día en el que se produjo el asesinato.
“Tenemos hasta las 19:30 para sacar eso de mi casa”, fue uno de los mensajes que se destaca en el chat entre ambas mujeres, el cual fue descubierto por el equipo de la División Cibercrimen de la Policía. Para los investigadores, en la frase “sacar eso” se refería al cuerpo de la joven de 28 años.
Los chats corresponden al 2 de junio entre las 15:54 y las 17:52, y abarcan una conversación aparentemente “codificada” entre las dos mujeres. Comienza con Acuña expresando preocupación por la salud de su hijo. “Hay muchas cosas por hacer y estoy preocupada por César”, le dijo. A lo que González le respondió: “¿Te dijo algo César? No comió la comida”.
“No, está re bien. Me dijo que se quedaba esta semana con nosotros, que tiene miedo por nosotros, que le iba a hacer bien y que esta noche, si estábamos mejor, que quería cenar con nosotros”, señaló Acuña.
Sin embargo, la conversación dio un giro abrupto en un determinado momento, con referencias enigmáticas y perturbadoras. “Fijáte el cuello”, le señala la esposa de Emerenciano Sena, a lo que su mano derecha le respondió: “Le rasguñó. Qué loca. Ahora hay que tener cuidado que no quiera hacer nada ella…”.
El tono de la conversación se intensifica cuando Acuña afirma que algo grave ha sucedido con César y le pide a González que hable con Gustavo Obregón. La dirigente incluso insta a su colaboradora a entrar sola a su casa y a no mencionar ciertos detalles al esposo de Acuña, a quien menciona como “Eme”.
“Fabi, creo que sucedió algo grave con César. Hablá con Gustavo. No le digas a Eme. Ni a César, estoy desesperada”, fue el mensaje de las 16.51.
“Le dije a Eme que Gustavo está con Samuel, pero tenemos hasta las 19:30 para sacar eso de mi casa, lo puedo entretener hasta esta hora. No metas la pata. Urgente. Andá, entrá sola a casa”, le volvió a escribir la dirigente 20 minutos después.
Esta revelación complica a la acusada y los investigadores ahora están trabajando para determinar el significado completo de esta conversación y si realmente existe una conexión entre los mensajes y el crimen de Strzyzowski.