¿Represión o extorsión?

Los graves incidentes ocurridos en dependencias de Higiene Urbana de la Capital, se difundieron con dos visiones muy distintas, que cambian totalmente la situación.

Muy a trazo grueso, el resumen sería así: para el SOEM, un grupo de humildes trabajadores protestaba por mejoras salariales, cuando llegó la policía y los reprimió salvajemente.

La otra campana dice que fue un grupo de trabajadores el que llegó para atacar a los compañeros que querían trabajar, rompieron camiones y armaron un desmán hasta que la policía los sacó.

Muy distinta una historia de otra, la noche y el día.

Lo que siguió después ya se conoce sin dobles relatos: la Municipalidad de la Capital aseguró que va a echar a los vándalos y el SOEM convocó a un paro general por tiempo indeterminado.

¿Qué pasó en realidad?

Desandemos el camino para llegar a la verdad.

El conflicto estalló un día antes de los incidentes, cuando un grupo de precarizados, del programa Catamarca Ciudad Trabaja, iniciaron una especie de huelga, y tuvieron incluso apoyo de empleados. No hubo recolección de residuos y como tampoco aparecieron soluciones, se avisó que no se iba a dejar salir a ningún camión recolector. Hecho real y objetivo.

Punto dos. La Municipalidad hizo una denuncia por el bloqueo, y se asignó custodia policial en Higiene Urbana, para garantizar que los camiones pudieran entrar y salir al día siguiente, y que los que quisieran trabajar pudieran hacerlo seguros. Hecho real y objetivo: la denuncia está asentada y la designación de la guardia policial también. Todo ocurrió el lunes, un día antes de los incidentes.

Aquí empieza a caerse la versión de la represión, porque no puede ser cierto que se haya llamado a la policía para que fuera a reprimir: la policía ya estaba ahí.

Los manifestantes más enojados querían a toda costa impedir la salida de camiones, y apedrearon y atacaron a los que intentaban trabajar. Hecho real y objetivo, está filmado y se puede ver cómo rompían los vidrios de los camiones. Otro punto contra el SOEM: la protesta no era pacífica.

Más aún, cuando la policía los dispersó, los que protestaban salieron a tirar basura por la ciudad. Hecho real y objetivo: está todo filmado.

¿Se puede hablar entonces de represión o hubo una provocación?

Atentos a un punto, porque los precarizados no son del SOEM. No son empleados (por eso se habla de desafectarlos y no de echarlos, no los pueden echar porque no están empleados) , así que tampoco están en el gremio, que precisamente es de “obreros y empleados”, no de beneficiarios de un plan.

¿Entonces que hace el gremio metido ahí, echando leña y nafta al fuego?

Aquí se va viendo la verdad. Walter Arévalo salió a denunciar que se quiere desfinanciar al gremio, y al mismo tiempo a prometer que él iba a financiar las protestas.

Y por ahí viene la cosa. Arévalo, al parecer, recibía mucho dinero y favores en la gestión anterior. Fortunas. Y hasta metía funcionarios él, incluyendo a su esposa. Ese dulce se le terminó, y entonces ahora busca por todos los medios generar conflictos y escándalos. Ya lo demostró llamando a un paro el día uno de gestión de Gustavo Saadi.

Ahora vamos a la cuestión de fondo… ¿es justo el reclamo de los precarizados, más allá de que Arévalo los quiera usar y sacar ventaja para él?

Es real que merecen estabilidad como cualquier trabajador. Pero ellos pidieron entrar al plan Catamarca Ciudad Trabaja. Miles entraron desde cooperativas, y sabían las condiciones de trabajo, pero en ese momento les convenía. Todos cobran a tiempo. Trabajan en promedio dos a tres horas. La actual gestión les puso cobertura y seguros que no tenían, les entrega ropa y elementos de trabajo (que muchos venden por Facebook apenas las reciben).

Y otra cosa: la Municipalidad, al igual que la Provincia y el país, está en crisis por esta larga cuarentena, en que casi no se recauda. ¿Es momento de protestas y aumentos? Parece que no.

Por último, en plena pandemia, salir a contaminar las calles es una canallada, que pone en real peligro a los vecinos.

Lo hacen porque saben que la basura es un tema sensible. Arévalo sabe que llenando las calles de basura tiene prensa y causa malestar, que es lo que busca para meter presión y conseguir lo que quiere: más fondos para él. Por eso se le pusieron los pelos de punta y gritó al cielo cuando se declaró la recolección de residuos como servicio esencial: ensuciar las calles es su caballito de batalla. La salud de la gente evidentemente le importa un pito.

Las cosas como son. Aquí hay una extorsión orquestada y evidente, y algún día tendrán que ponerle fin, porque esos métodos ya no van más, y menos en una emergencia sanitaria.

El Catucho.

5 COMENTARIOS

  1. Ya es cansador que este Arevalo haga este manoseó con la comunidad, perdió privilegios y eso es en realidad lo que le molesta, no le importan los empleados, ni los afiliados el al gremio los usa y los utiliza como lo hizo siempre! Me parece perfecto intendente gustavo Saadi lo que está haciendo no afloje, este tipo de cosas con queremos en nuestra provincia!

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