Una nueva jornada de protesta pacífica encabezada por jubilados y organizaciones sociales frente al Congreso Nacional terminó este miércoles con un violento operativo de seguridad en el que fuerzas federales reprimieron con gases lacrimógenos y gas pimienta a los manifestantes, en el marco del protocolo antipiquetes dispuesto por el Ministerio de Seguridad.
Como cada semana, decenas de personas mayores autoconvocadas se movilizaron hacia la Plaza Congreso para exigir un aumento digno de las jubilaciones, la restitución de los medicamentos gratuitos del PAMI y expresar su repudio al veto presidencial de Javier Milei a la ley que preveía una mejora en sus haberes.
El despliegue de las fuerzas incluyó a la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que cercaron el Congreso con un fuerte operativo de vallado. En medio de tensos momentos, algunos efectivos utilizaron gas pimienta para dispersar a los presentes, afectando incluso a trabajadores de prensa que cubrían la manifestación.
“Gravísimo. Las fuerzas de seguridad de Bullrich se apropian del Congreso. Cada miércoles, la ministra cerca el Congreso con vallas, llena la zona de policías y gendarmes, y reprime la movilización pacífica de jubilades”, denunció el diputado del Frente de Izquierda, Alejandro Vilca, a través de sus redes sociales. El legislador también señaló que estos hechos fueron denunciados en comisión parlamentaria: “Esto no es solo autoritarismo, es una intimidación repudiable”.
Los manifestantes, en su mayoría adultos mayores, se mantuvieron firmes en su reclamo a pesar de la represión, reiterando que seguirán movilizándose hasta que el Gobierno escuche sus demandas.
El hecho genera creciente preocupación en sectores políticos, sociales y de derechos humanos, que advierten sobre un endurecimiento en la respuesta estatal ante la protesta social, en un contexto de creciente tensión económica y malestar por el ajuste a sectores vulnerables.