Reporteros sin Fronteras (RSF) lanzó una fuerte advertencia sobre la situación de la libertad de prensa en Argentina, al registrar una caída de 21 puestos en su ranking global, ubicando al país en el lugar 87. Según el informe anual, la gestión de Javier Milei ha intensificado un contexto ya deteriorado, con ataques directos a periodistas y medios críticos, sumado a decisiones políticas que afectan el derecho a la información.
“Injurias, difamaciones y amenazas contra periodistas han sido constantes desde la asunción del presidente Milei”, señala el reporte, que también denuncia la concentración mediática, la falta de transparencia en la propiedad de los medios y la creciente precarización laboral en el sector. Para RSF, la prensa argentina enfrenta “persistentes dificultades económicas” que agravan su fragilidad estructural.
La organización internacional también cuestionó el cierre de la agencia de noticias Télam en 2024, calificándolo como un golpe directo al derecho de acceso a la información pública. Además, subraya que el discurso del mandatario y sus seguidores fomenta la hostilidad contra periodistas independientes y medios no alineados.
Este panorama se enmarca en un retroceso global de la libertad de prensa. Según RSF, el año 2025 marca un hito negativo: por primera vez, la puntuación media de todos los países evaluados cayó por debajo de los 55 puntos, calificando a la situación mundial como “difícil”. Más de 112 países registraron retrocesos, y en la mitad del planeta las condiciones para ejercer el periodismo son consideradas “difíciles” o “muy graves”.
En el ranking de este año, los países con mejor desempeño fueron Noruega, Estonia, Países Bajos, Suecia y Finlandia. En el extremo opuesto se ubicaron Eritrea, Corea del Norte, China, Siria e Irán, donde la prensa sufre niveles extremos de censura y represión.