Rafael Nadal aplastó a Novak Djokovic por 6-0, 6-2 y 7-5 en la final del Roland Garros y se consagró campeón del torneo por 13° vez en su carrera, siendo así el más ganador de la historia.
Desde el primer minuto de juego se vio en el polvo de ladrillo lo decidido que estaba el español para llevarse la corona ya que en el primer set no cedió ningún game y se lo llevó por 6-0.
Durante el segundo, la situación para el serbio parecía no cambiar porque Nadal se impuso 2-0 de entrada y recién en ese momento el número 1 de mundo logró descontar, pero rápidamente el español se puso en ventaja por dos de nuevo y estableció un 4-1 casi definitorio.
Djokovic se mostró muy errático en su juego, fallando en errores no forzados y sin mostrar esa gran capacidad atlética que lo caracteriza y en 49 minutos, solo cuatro más que en el primer set, se llevó el segundo.
Para el último set del partido, el serbio se despertó, pero sin embargo no fue suficiente. Le dio pelea al campeón llevándolo a un tie break, aunque de todas maneras Nadal logró imponerse 7-5.
Este título significa el décimo tercer Roland Garros de su carrera, el vigésimo Grand Slam y el número 86 en total. Fue el enfrentamiento 56 entre ambos y el 28 para dirimir un título, y aunque Djokovic sigue arriba en el historial, el español demostró que es el rey del polvo de ladrillo.