El Cervercero se impuso por 4-2 en los penales tras empatar 1-1 en lo 90 minutos ante el Canalla y avanzó a octavos de final, donde se medirán con Deportivo Madryn.
Dicen que en la Copa Argentina puede pasar cualquier cosa. El slogan de la competición más federal del país asegura que en su torneo los pequeños pueden vencer a los gigantes. Y en el encuentro que disputaron Rosario Central y Quilmes en El Gigante de Alberdi, válido por los 16avos de final, el Cervecero dio el golpe frente al Canalla conducido por Carlos Tevez.
La producción del combinado liderado por el Apache fue tan decepcionante, que la mínima ventaja parecía injusta. A los 43 minutos del primer tiempo, después de una acción que comenzó desde un lateral ofensivo, Federico González puso en ventaja al equipo bonaerense, tras capitalizar un rebote otorgado por Gaspar Servio. Sin dudas, la floja respuesta del ex arquero de Dorados de Sinaloa facilitó el trabajo del delantero.
Los desesperados intentos de Facundo Buonanotte en el ataque rosarino no resultaron el efecto deseado para lograr el empate. Tampoco los ingresos de Juan Cruz Cerrudo, Fabricio Oviedo y Gino Infantino. Es decir, que el cambio de nombres no brindó la solución esperada ante la ausencia de ideas y sociedades.
Sólo por el empuje de algunas individualidades que amenazaron a la última línea de Quilmes, Rosario Central no encontró la fórmula para lastimar a Esteban Glellel. Así, cuando el cronómetro de Nicolás Lamolina marcaba los 41 del complemento, el juez interpretó una discutida infracción de Agustín Bindella sobre Cerrudo y sancionó la pena máxima. Y desde los doce pasos, con la jerarquía que lo caracteriza, Servio se quedó con el dueño de arqueros con una definición exquisita que terminó en el otro palo que eligió el hombre de Quilmes.
El conjunto a cargo de Walter Coyette desperdició constantes situaciones cuando estaba en ventaja y lamentó el empate agónico de su rival. Por lo tanto, el pleito se resolvió a través de los penales.
La efectividad de Evangelista, Bonetto, Cortave y Bindella le permitieron a Quilmes acceder a los octavos de final, donde se medirá ante Deportivo Madryn. Sin dudas, el remate en el travesaño de Mariano Pavone había generado suspenso, pero como Almada no pudo con la autoridad de Glellel y Juan Rodríguez desperdició su remate por encima del travesaño, los goles de Servio e Infantino no fueron suficientes para el Canalla. Una vez más, el participante de una categoría menor eliminó a un grande de la Liga Profesional. Y en el sur del conurbano bonaerense se festejará con mucha cerveza.