La diputada Juana Fernández aprovechó la mañana libre y se fue a cortar la Ruta 38, en un arrebato de populismo por el que ya es considerada la Juanita del Pueblo.
“Estamos acá diciendo que la lucha debe continuar”, exclamó extrañando su despacho con aire acondicionado mientras se hacía el rodete, ovacionada por los compañeros del CTA y ATE mientras el chofer la apuraba.
“A mis queridos descamisados del PRO, mis cabecitas rubias, quiero decirles que me llevo en mis oídos la más maravillosa música: el contrato de Catamarca Voley”, expresó desde el imaginario balcón.
Mientras firmaba ejemplares de “La razón de mi índice”, la última jefa de campaña del Frente Cívico y Social (porque después de eso desapareció del mapa), le iba a entrar a un chori con chimi pero se acordó que pululan los virus y se frenó.
“Siempre me confundo el nombre de los virus”, recordó, como cuando se anticipó a anunciar que circulaba una variante de Covid que no estaba, lo que terminó en una denuncia penal de la oligarquía resentida.
Esta líder emergente ya se perfila para el 2023 con el apoyo de las masas, que sabiamente se fue del Movimiento Renovador por falta de contención y ahora está en Morada en ferviente defensa de su banca, donde se tomó los primeros años para aclimatarse y en cualquier momento se larga a resolver problemas.
Es linda la sensibilidad social por un ratito. Con la dieta de un diputado cualquiera va con ganas a sacarse fotos en un corte de ruta. Publicidad gratis, que le dicen.