El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, fue removido de la negociación con Argentina.
Rodrigo Valdés, economista chileno y director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), fue desplazado de la negociación con Argentina tras una serie de acusaciones del presidente Javier Milei.
Valdés supervisaba los programas latinoamericanos, entre ellos el caso argentino, y fue señalado por Milei como parte de una agenda política vinculada al Foro de San Pablo. Esta situación generó tensión entre el gobierno argentino y el FMI, lo que derivó en la decisión del organismo de apartarlo de las discusiones bilaterales.
El economista, quien asumió su cargo en mayo de 2022, tuvo una amplia trayectoria en el ámbito económico. Fue ministro de Hacienda de Chile entre 2015 y 2017, durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, lo que lo posicionó como un actor importante dentro del panorama político y económico latinoamericano. A lo largo de su carrera, también ocupó cargos clave en el Banco Central de Chile y trabajó en reconocidas instituciones financieras como Barclays Capital y BTG Pactual.
El conflicto con el presidente Milei comenzó a intensificarse cuando Valdés, en una intervención pública en Buenos Aires en marzo de este año, elogió los avances del programa económico argentino pero hizo una crítica puntual sobre la «calidad» del ajuste fiscal.
Este comentario generó una fuerte reacción en el mandatario argentino, quien consideró que las declaraciones de Valdés estaban impregnadas de una agenda política contraria a los intereses de su gobierno.
Las críticas de Milei hacia Valdés fueron escalando con el tiempo. El presidente argentino acusó al economista chileno de tener «mala intención» en su relación con Argentina, señalándolo como un aliado del gobierno de Alberto Fernández.
Milei hizo referencia al Foro de San Pablo, una organización que agrupa a líderes de izquierda en América Latina, y vinculó a Valdés con esa corriente política debido a su pasado en la administración de Bachelet. Según el presidente argentino, el exministro chileno había sido cómplice del gobierno anterior al no haber cuestionado medidas como el sistema de «puts», que beneficiaba a los bancos en relación con sus bonos del Tesoro.
A pesar de las críticas, Valdés continuó liderando las revisiones técnicas del FMI sobre el programa argentino durante los primeros meses de la administración de Milei. Sin embargo, las tensiones llegaron a un punto álgido cuando el mandatario comenzó a señalar públicamente que el economista chileno actuaba con una «doble agenda». Milei afirmó que Valdés había permitido decisiones económicas que afectaron negativamente a Argentina durante el gobierno de Fernández y que ahora intentaba obstruir los avances de su administración.
El pasado jueves, el FMI anunció que Rodrigo Valdés se correría de la negociación con Argentina, un cambio significativo en la relación entre el organismo y el país sudamericano. Esta decisión fue interpretada como un gesto hacia el gobierno argentino, que había manifestado abiertamente su descontento con la figura de Valdés. El FMI, sin embargo, evitó hacer comentarios sobre las acusaciones del presidente Milei y se limitó a señalar que el cambio respondía a una reorganización interna del organismo.
Rodrigo Valdés fue una figura central en las relaciones económicas de América Latina con el FMI. Su rol en la supervisión de los programas económicos de la región lo convirtió en un actor clave en las discusiones sobre la estabilidad financiera de países como Argentina, Brasil y México.
Antes de asumir su cargo en el FMI, Valdés había trabajado como director y economista jefe para América Latina en instituciones financieras internacionales, lo que le otorgó una visión integral de los desafíos económicos que enfrenta la región.
El economista chileno obtuvo su doctorado en Economía del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y una licenciatura en Economía de la Universidad de Chile. Su formación académica de primer nivel y su amplia experiencia en cargos públicos y privados lo consolidaron como una de las voces más influyentes en materia de política económica en América Latina.
Aunque su desplazamiento de la negociación con Argentina representa un revés en su carrera dentro del FMI, Valdés sigue siendo una figura respetada en el ámbito económico internacional. Sus críticas a la calidad del ajuste fiscal en Argentina, así como su insistencia en la necesidad de proteger a los sectores más vulnerables, marcaron su paso por las discusiones con el gobierno de Javier Milei.
El futuro de la relación entre Argentina y el FMI está ahora en manos de otros funcionarios del organismo, que tendrán que continuar con las revisiones del programa económico del país en un contexto de alta tensión política y económica.
La decisión del FMI de apartar a Valdés de la negociación podría abrir una nueva etapa en las relaciones entre el organismo y el gobierno argentino, aunque las diferencias de fondo en cuanto a las políticas económicas a implementar siguen siendo un desafío importante.
Rodrigo Valdés, por su parte, podría continuar en otras funciones dentro del FMI o regresar a su rol académico en la Universidad Católica de Chile, donde enseñaba Economía antes de ser convocado para asumir la dirección del Departamento del Hemisferio Occidental.