“Que sí, que nó”

Como ese himno bolichero de principios del 2000 que cantaba “Que sí, que nó, que nunca te decides”,  Raúl Alberto Cipolletti va y vuelve con las resoluciones en la Agencia de Recaudación Catamarca. Como Director Ejecutivo, el contador firmó el llamado a un concurso para incorporar empleados a la Dirección Provincial de Rentas. Pero, casi 20 días después, con todos los plazos (de inscripción, evaluación y oposición) vencidos, metió reversa y, con otra resolución, suspendió todo. Aunque aseguran que, a diferencia de la canción donde el problema es la indecisión, a Cipolletti, más que las dudas, lo complican las internas y las contraordenes.

El titular del ARCA firmó el 18 y 19 de febrero la Resolución General 009/21 y 010/21 de la Agencia de Recaudación, en la que convocó a dos concursos de Antecedentes y Oposición para incorporar profesionales y administrativos no profesionales en la Dirección General de Rentas. En los considerando se justificó la convocatoria, en la resolución la definió y en los anexos estipuló las fechas y el reglamento: Rentas necesitaba personal para cubrir las vacantes dejadas por trabajadores jubilados y poder cumplir con sus funciones; para ello resolvió incorporar a 20 profesionales y 10 empleados administrativos; la inscripciones empezarían el 22 de febrero, terminarías el 05 de marzo, y tres días después sería la Prueba de Oposición.

Pero como “María La Paz”, Cipolletti hizo “tres pasos pa’tras” y el 09 de marzo, un día después de la fecha en la que se debía haber realizado la última instancia de selección, firmó otra Resolución General (la 022/21) y suspendió todo. Un poco de esto, un poco de aquello… El Director del ARCA desactivó la convocatoria argumentando que el organismo no cuenta con un “espacio de las características necesarias” para realizar los exámenes respetando los protocolos exigidos por el COE. Y que, “por indicadores económicos-financieros” y la “crisis generada por le emergencias sanitarias”, consideraban “recomendables” priorizar el uso de los “recursos públicos” en “salud y seguridad”.

“Córtame la música”, diría el famoso conductor de televisión… para tratar de entender cómo (o de creer que) el Director Ejecutivo del ARCA, un contador avezado, con gimnasia en la administración, pudo convocar a un concurso para incorporar empleados a Rentas y nunca previó el lugar para realizar los exámenes y, sobre todo, no resolvió con anticipación la cuestión presupuestaria. Difícil de explicar.

A menos que, como dicen por allí, la resolución convocando el concurso para la incorporación de 10 empleados se firmó desoyendo la “sugerencia” de la superioridad. Y que la marcha atrás, lejos de las excusas y explicaciones de la segunda resolución, fue para Cipolleti como perder una pulseada.

Cuentan que, más allá de que el organigrama indique que el ARCA esté en la órbita del Ministerio de Hacienda, la ministra de Planificación (y colega de Cipolletti) Susana Peralta, opina bastante sobre el manejo del organismo recaudador. Además de ser bastante escuchada en la cúspide de la pirámide. Y que de antemano ya había expresado no estar de acuerdo con esa convocatoria. De hecho, siempre según trascendidos,  en muy pocas cosas (tal vez en ninguna) Peralta está de acuerdo con el Director del ARCA. Discrepancia que nace desde el momento mismo de la designación.

Así las cosas, “que sí, que no”, tira y afloje, Peralta no quería la convocatoria, Cipolletti la sacó igual, Peralta la boicoteó con argumentos políticos y económicos, y el mandamás decidió: “No se hace”. Y el concurso, que algunos señalan que ya había registrado entre 900 y 1200 inscriptos, se dejó sin efecto. “Ajo y agua”.

Suspendida la convocatoria, no tiene mucho sentido ahondar en verificar otras irregularidades, como la “no publicación en el Boletín Oficial” (que la volvería nula), la falta de autorización de Hacienda para incorporar personal y la ausencia de una previsión presupuestaria. Que, de haber prosperado el concurso, podrían haber generado un grave problema legal y administrativo.

De todos modos, el intento de Cipolletti de “cubrir vacantes” y “dotar de recurso humano” a Rentas murió antes de nacer, en una disputa interna y con impensadas ramificaciones. Porque, según pían algunos pajaritos, la convocatoria de profesionales para cubrir 20 lugares era una estrategia enmarcada en la elección de este lunes en el Consejo Profesional de Ciencia Económicas, para generar, no solo votos cautivos, sino también bases para trabajar a favor de la lista  del Director Ejecutivo (en la que, además iba como candidato el ministro de Trabajo Ariel Luna). Otro frente de batalla, donde el ex presidente del Consejo se jugaba el pellejo.

Finalmente, los resultados de la elección le fueron favorables, y la apuesta a mantener el control del CPCE se logró concretar. Pero, en caso de que hubieran sufrido una derrota, habría sido el segundo strike para el contador que lo habría dejado al borde de la eliminación. Una jugada a pedir de boca de la contadora ministra.

El Catucho

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