El vigente campeón comenzó la defensa del título por la primera fecha del Grupo D, con una gran victoria que demuestra su potencia.
Francia goleó a Australia 4-1 en el cierre de la primera fecha del grupo D de la Copa del Mundo, por lo que picó en punta en una serie que abrieron Dinamarca y Túnez con un empate sin goles.
Los últimos campeones del mundo no tuvieron un buen arranque y a los 9’ estaban 0-1. El zaguero Harry Souttar lanzó a Mathew Leckie por derecha, el 7 llegó al fondo y centró por bajo, y Craig Goodwin anotó entrando solo por el segundo palo.
En la misma jugada del gol se lesionó Lucas Hernández, el zurdo marcador de punta del Bayern Múnich que quedó mal parado ante el pelotazo a su espalda y en el intento por cortar el centro se sintió en la rodilla derecha.
Un remate de Mitchell Duke desde afuera del área pasó muy cerca del arco defendido por Hugo Lloris a los 21’. A esa altura era más desde el juego el equipo de Didier Deschamps, pero perdía y estuvieron a punto de meterle el segundo gol.
A los 27’ empezó la remontada y Francia pasó a controlar las acciones en su totalidad. Tras un córner despejado por la defensa australiana y una segunda jugada que los agarró saliendo, Theo Hernández centró desde la izquierda y Adrien Rabiot cabeceó en solitario para batir al arquero Matthew Ryan.
Apenas cinco minutos después dio vuelta el score el campeón del mundo. Rabiot presionó alto y robó la pelota, Kylian Mbappé devolvió de taco y el propio Rabiot tocó al medio para que Olivier Giroud empujara el balón al arco vacío.
Mbappé, un azote constante a velocidad y habilidad por izquierda, se perdió una situación increíble a los 45’, y en el tiempo adicional casi lo paga caro porque un cabezazo del australiano Jackson Irvine que parecía el 2-2 dio en el vertical.
En el complemento siguió manejando las acciones el conjunto azul, que liquidó el pleito a los 68’ con un cabezazo de Mbappé tras centro de Ousmane Dembélé. Por si fuera poco, tres minutos después asistió Mbappé y facturó con un nuevo golpe de cabeza Giroud.
Los últimos 20 minutos fueron un trámite para los dos. Australia, que nunca salió a presionar arriba y siempre apostó a defenderse, intentó no recibir más goles para no quedar tan mal parado en el saldo. El cuadro de Deschamps, por su parte, dosificó energías pensando en el sábado, cuando enfrente a Dinamarca a las 13.