La Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME) alertó que los incrementos en las cuotas de las prepagas durante los últimos dos años no se reflejan en los aranceles que reciben los prestadores ambulatorios, generando una “brecha crítica” que amenaza la sostenibilidad del sistema de salud.
Según el informe de CADIME, las cuotas de las prepagas subieron en promedio un 435% entre octubre de 2022 y octubre de 2024. Sin embargo, los aranceles abonados a los prestadores sólo aumentaron entre un 160% y un 224%, muy por debajo de la inflación acumulada en ese período, que fue del 544%, y del aumento específico del sector salud, que alcanzó el 583%, según datos del INDEC.
Esta disparidad afecta a profesionales y centros de análisis clínicos, diagnóstico por imágenes, radioterapia, odontología, kinesiología, diálisis y otras prácticas ambulatorias, cuyos costos operativos siguen en alza. Aunque la implementación de copagos ha mitigado parcialmente el impacto, CADIME advierte que esta medida no es suficiente para mantener la red operativa en todo el país.
Hasta el año pasado, las prepagas estaban obligadas a trasladar el 90% de los aumentos en las cuotas a los aranceles de los prestadores, pero un relevamiento realizado por la entidad muestra que más del 80% de los prestadores no recibió estos ajustes. Además, los pagos por las prestaciones suelen efectivizarse con una demora promedio de 60 a 90 días tras la facturación.
Ante este panorama, CADIME exige medidas urgentes: actualizar los aranceles a valores que reflejen los costos reales, garantizar pagos a 30 días y establecer un marco regulatorio que asegure la sustentabilidad de los prestadores de salud.