Desde el 13 de marzo, el ministerio de Salud de la Provincia se encarga de llevar a cabo el control y seguimiento de las personas que deben cumplir con el aislamiento preventivo y obligatorio por el lapso de 14 días, tiempo en el cual no deben salir por ningún motivo.
El equipo de seguimiento está a cargo de Silvia Bustos y lo conforman seis personas: cinco que realizan las llamadas telefónicas y una que se encarga de la emisión de constancias, altas y certificados.
En el caso de los contactos estrechos, se los llama cada 48 horas mientras que a los repatriados cada 96 horas.
Según detallaron, por día llaman a “70 u 80 personas, de acuerdo a los ingresos”. “Tenemos una planilla en donde cargamos a todas las personas que ingresan y a esas personas se las llama inmediatamente para ubicar donde se encuentran y ponerlas en aislamiento, y luego el seguimiento va siendo progresivo”, explicaron.
“Nuestra prioridad es saber que están cumpliendo y que su estado de salud sea pleno. Hemos tenido gente que no ha considerado ciertos síntomas, y a través de las llamadas hemos podido detectar casos”, contaron.
Por último manifestaron: “hay gente que te agradece que la cuides y hay gente que te dice ‘voy a cumplir si quiero, si puedo’. Hay gente que nos ha tratado muy mal y ha infringido el aislamiento. En estos casos informamos a la policía para que se presente en el hogar”.