Después de la suspensión, el presidente de Newell’s habló del escándalo y explicó que protegió a los niños por la foto con Malcorra.
La viralización de una foto en la que seis niños de las inferiores de Newell’s Old Boys posan sonrientes junto a Ignacio Malcorra, jugador de Rosario Central, desató una fuerte polémica en la ciudad y derivó en acusaciones cruzadas, amenazas a las familias y una decisión institucional que aún genera controversia.
Aunque desde el club rojinegro se había informado inicialmente que los chicos habían sido sancionados, el presidente de la institución, Ignacio Astore, desmintió esa versión y aseguró que no se tomó ninguna medida disciplinaria. Sin embargo, confirmó que los niños fueron apartados temporalmente de los entrenamientos “para enfriar las aguas” tras recibir amenazas y presiones por parte de otros padres.
“Esto sucedió hace aproximadamente 50 días. Me reuní con los padres y algunos querían sacar a los chicos del club por temor a represalias. Es una locura, pero la ciudad está así”, explicó Astore en declaraciones a Radio Con Vos.

El presidente de Newell’s también señaló que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) “ve con malos ojos” este tipo de situaciones, y que se hará cargo personalmente del tema. Confirmó que el lunes próximo volverá a reunirse con las familias y que los chicos podrían retomar las actividades si el clima mejora.
Por su parte, Carlos Panciroli, coordinador del predio Malvinas Argentinas —donde entrenan cerca de 800 niños—, defendió la medida tomada en conjunto con los padres:
“Los chicos fueron los perjudicados en todo esto. La foto generó un revuelo inesperado. Quizás nos equivocamos, pero se decidió actuar para cuidar la vida cotidiana dentro del club”, afirmó.
El caso generó un fuerte repudio en redes sociales, donde muchos usuarios criticaron la reacción del club y de algunos padres, destacando que se trata de niños de solo ocho años, sin intención alguna de provocar rivalidades.