Este jueves, los laboratorios Pfizer y BioNTech aseguraron que la vacuna desarrollada por la alianza conserva su eficacia frente a las variantes británica y sudafricana del virus de COVID-19, aunque la neutralización es “ligeramente más débil”.
Los análisis realizados con el virus original y las mutaciones registradas a partir de tests in vitro “no demostraron la necesidad de una nueva vacuna”, según informaron los dos laboratorios.
Pfizer y BioNTech se basan en un estudio de investigadores de la Universidad de Texas y de un experto de Pfizer, publicado en la página especializada bioRxiv. Éste aún no fue releído por otros especialistas.
Los investigadores enfrentaron los anticuerpos generados por 20 personas vacunadas con las dos dosis Pfizer-BioNTech durante los ensayos clínicos a tres mutaciones del virus SARS-CoV-2 creadas en un laboratorio que incluían las principales mutaciones de las variantes del virus registradas en Gran Bretaña y Sudáfrica.
“El plasma de los individuos que recibieron la vacuna Pfizer-BioNTech neutralizó todas las variantes del virus SARS-CoV-2 probadas”, informaron los laboratorios, aunque reconocieron que la neutralización fue “ligeramente más débil” en las nuevas cepas.
No obstante, consideraron que la “flexibilidad de la vacuna, basada en la tecnología del ARN mensajeroW es Wapropiada para desarrollar nuevas versiones de la vacuna si es necesario”. El laboratori BioNTech aseguró, en este sentido, que podría producir una nueva vacuna para hacer frente a las variantes en un plazo de seis semanas, en caso de ser necesario.