Las elecciones del año que viene son de renovación legislativa, una elección que a la gente le importa poco y nada, porque al catamarqueño promedio le da lo mismo si el diputado es Juan o Pedro. A nadie le cambian la vida estas “intermedias”, o a casi nadie: Juan y Pedro están pendientes.
Después hay alguna especulación normal de los partidos, porque a ninguno le gusta perder, y hay varios que también van calculando dónde acomodarse. Pero la verdad es que las “intermedias” no definen nada ni depende el manejo del poder de esa elección.
Ejemplos sobran… Cristina perdió las intermedias de 2009, muchos de sus enemigos se apuraron a descorchar el champagne y en 2011 ganó la reelección en primera vuelta. Macri arrasó en las elecciones de 2017, ya todos hablaban de ocho años haciendo la plancha en Casa Rosada, y en 2019 perdió y se fue silbando bajito.
Una cosa son las PASO, que se dan (o se daban) dos meses antes de las generales. Ahí sí, era más difícil dar vuelta la historia y se marcaba una tendencia importante. Pero en esto de las elecciones legislativas nada se resuelve. Entre la intermedia y la elección de verdad, para elegir presidente, gobernadores e intendentes, pasan dos años. Y dos años en Argentina es una eternidad.
Si Javier Milei cree que ganando el año que viene tendrá la vaca atada para la reelección se equivoca, si el peronismo cree que ganando el año que viene tienen casi asegurado el triunfo en 2027 se equivocan. Todavía tiene que pasar mucha agua bajo el puente para hacer apuestas.
Los que sí están preocupados son los que el año que viene se quedan sin silla. Y son muchos, sobre todo diputados provinciales que saben que se les termina el dulce en un año, allá en diciembre de 2025. ¡Y un año pasa volando!
Repasemos algunos nombres peronistas:
Gustavo El Cheto Aguirre (FRENTE DE TODOS)
María Argerich (FRENTE DE TODOS)
Damián Brizuela (FRENTE DE TODOS)
Pablo Castro Moreno (FRENTE DE TODOS)
Juan Denett (FRENTE DE TODOS)
Adriana Díaz (FRENTE DE TODOS)
Maximiliano Mascheroni (FRENTE DE TODOS)
Stella Nieva (FRENTE DE TODOS)
Claudia Palladino (FRENTE DE TODOS)
Natalia Soria (FRENTE DE TODOS)
Mónica Zalazar (FRENTE DE TODOS)
También se despiden radicales:
María Carrizo (UNIÓN CIVICA RADICAL)
Luis Fadel (UNIÓN CIVICA RADICAL)
María Gómez (UNIÓN CIVICA RADICAL)
Alfredo Marchioli (UNIÓN CIVICA RADICAL)
Carlos Marsillo (UNIÓN CIVICA RADICAL)
María de la Quintana (UNIÓN CIVICA RADICAL)
María Pons Bazán (UNIÓN CIVICA RADICAL)
Y dos de partidos chiquitos:
Hugo Grillo Ávila (FRENTE AMPLIO CATAMARQUEÑO)
Enrique Cesarini (PRO)
¿Qué será de ellos? ¿Cuántos podrán acomodarse para seguir? ¿Cuántos ya están tratando de ubicar otro refugio? Encima se vienen los libertarios que están agrandadísimos y creen que van a ganar más bancas, algo que no será simple porque ahora tendrán que ir a las boletas sin Milei, que fue el que los empujó a todos.
El que más arriesga es el peronismo, y aunque para muchos parezca muy temprano, ya empezaron las roscas y los llamados. La muchachada está ansiosa.