El parlamento aprobó la destitución del presidente peruano, quien horas antes había disuelto el cuerpo y declarado un “Gobierno de excepción”.Asumió su vice.
El presidente peruano Pedro Castillo anunció este miércoles la disolución del Congreso y la instauración de un gobierno de emergencia, horas antes de que el Parlamento se reuniera para debatir su destitución. Pero su intento de golpe de estado quedó no tuvo el apoyo de las fuerzas armadas y terminó detenido. Asumirá el cargo la hasta ahora vicepresidenta, Dina Boluarte.
El ahora ex presidente salió a dar un mensaje al país leído desde el palacio de gobierno, transmitido por televisión.: “Se dictan las siguientes medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional; convocar en el más breve plazo a un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de nueve meses”.
“A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso se gobernará mediante decretos ley. Se decreta el toque de queda a nivel nacional a partir del día de hoy (…) desde las 22H00 (03H00 GMT del jueves) hasta las 04H00 (09H00 GMT del jueves)”, indicó el mandatario, de traje azul y con la banda presidencial puesta.
“Se declara en reorganización el sistema de justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia, el Tribunal Constitucional”, señaló.
DESTITUCIÓN
El Congreso de Perú aprobó la destitución del presidente Pedro Castillo, quien horas antes había disuelto el cuerpo, en una decisión que provocó la renuncia de los ministros de su gabinete y que fue denunciada como un auto golpe de Estado.
De inmediato, el presidente del cuerpo, José Williams, convocó para las 15 (17 de Argentina) a una sesión en la que se le tomará juramento a la vicepresidenta, Dina Boluarte.
https://twitter.com/DinaErcilia/status/1600553424952737827?s=20&t=9elJnmhylvwL1NlWnUlvrA
En su cuenta de Twitter, Boularte expresó su rechazo por “la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley”.
En paralelo, Castillo salió del Palacio de Gobierno y se trasladó a la sede de la prefectura, en la avenida España, donde quedó detenido, según informó el diario El Comercio.
Para remover a un presidente, la Constitución de Perú exige 87 votos, una cantidad de la que en principio no disponía la oposición, pero la decisión de Castillo de disolver el cuerpo cambió radicalmente el panorama y finalmente la destitución del mandatario cosechó 101 voluntades.
La decisión de Castillo de disolver el Congreso y decretar un estado de excepción fue considerada como un “golpe de Estado” por congresistas de varias bancadas, que de inmediato trazaron un paralelo con el autogolpe que protagonizó el expresiente Alberto Fujimori en 1992.