Pedirán informes a la Justicia Federal del grupo “Águilas Negras”

El ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Juan Cruz Miranda, la ministra de Seguridad, Fabiola Segura, el director provincial de Derechos Humanos, Hernán Velardez Vaca, y la referente de la Casa de la Memoria, Noemí Toledo, se reunieron ante el accionar del grupo “Águilas Negras”.

En dicho encuentro, las autoridades resolvieron realizar una presentación a la Justicia Federal, solicitando al fiscal proceda a investigar si se estaría incurriendo en posibles delitos federales.

En este marco, el ministro Miranda aseguró que el Gobierno no avala acciones que, además de incitar a la población a la libre portación de armas de fuego, atentan contra las reglas jurídicas de convivencia en un estado de derecho.

El Código Penal establece en su artículo 210 bis que se impondrá reclusión o prisión de cinco a veinte años al que tome parte, cooperare o ayude a la formación o al mantenimiento de una asociación ilícita destinada a cometer delitos cuando la acción contribuya a poner en peligro la vigencia de la Constitución Nacional, siempre que ella reúna por lo menos dos de las siguientes características: a) Estar integrada por diez o más individuos; b) Poseer una organización militar o de tipo militar; c) Tener estructura celular; d) Disponer de armas de guerra o explosivos de gran poder ofensivo; e) Operar en más de una de las jurisdicciones políticas del país; f) Estar compuesta por uno o más oficiales o suboficiales de las fuerzas armadas o de seguridad; g) Tener notorias conexiones con otras organizaciones similares existentes en el país o en el exterior; h) Recibir algún apoyo, ayuda o dirección de funcionarios públicos.

De igual manera, en su Artículo 211, que será reprimido con prisión de dos a seis años, el que, para infundir un temor público o suscitar tumultos o desórdenes, haga señales, de voces de alarma, amenace con la comisión de un delito de peligro común, o empleare otros medios materiales normalmente idóneos para producir tales efectos; y en su Artículo 212, que será reprimido con prisión de tres a seis años el que públicamente incitare a la violencia colectiva contra grupos de personas o instituciones, por la sola incitación.

Águilas Negras

Se hacen llamar compañía o comando Águilas Negras, actualmente están gestionando su personería jurídica como ONG y se establecieron en Catamarca desde el 2020.

La polémica inició el 2 de abril cuando participaron del homenaje a los veteranos de la guerra de Malvinas residentes en la localidad de El Rodeo, departamento Ambato, a 30 km de la capital catamarqueña. Allí coparon el escenario portando armas largas y uniformes militares, confundiendo al público presente con su comportamiento castrense.

En sus redes sociales se presentan como compañía o comando indistintamente tal como si se tratara de un verdadero brazo de una fuerza armada. Sin embargo su líder Carlos Chrystuik dijo a los medios de comunicación que son solo una ONG en trámite que quiere “servir a la patria y al prójimo”.

La ONG paramilitar llama a su líder “general” y “recluta” voluntarios a los que denomina aspirantes y les pide certificado de antecedentes “porque por ahí puede tener alguna cosa rara”, explica Chrystuik “para el más ignorante” que no les consultó al respecto.

El supuesto objetivo de la organización es realizar entrenamiento de montaña para rescate y búsqueda de personas y tramitan la personería para “recibir colaboraciones y donaciones”, actividad para la que al parecer necesitarían enseñar armas de juego.

Aseguran además que son una “ONG inclusiva”, ya que en sus filas reclutaron a una mujer trans y “no somos discriminativos porque tenemos gente con sobrepeso aún”.

El trabajo lo realizan mayormente en El Rodeo, donde trabajan con niños niñas y adolescentes inculcando “los valores de la patria y la familia” en un momento “donde cuesta mantener la disciplina de los chicos”.

En sus redes sociales, el “general ” Chrystuik reivindica como “verdadero patriota” a Mohamed Alí Seineldín, el inspirador de los carapintadas que se levantaron en armas para evitar el juzgamiento de los represores.

El militar fallecido fue acusado de enseñar a torturar en Centroamérica, reivindicado como héroe de Malvinas, condenado a cadena perpetua por la rebelión de semana Santa del 90 y luego indultado por el expresidente Eduardo Duhalde.

Además y pese a catalogar su comando como inclusivo, despotrica contra la perspectiva de género burlándose del término y llama a la “acción” en confusos mensajes.

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