La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lanzó un mensaje contundente a las organizaciones sociales en relación con el recientemente anunciado protocolo antipiquetes y la convocatoria a una movilización prevista para el próximo miércoles 20 de diciembre.
En declaraciones radiales, Bullrich expresó: “Quédense en sus casas”, subrayando la importancia de evitar bloqueos de vías públicas. La ministra enfatizó que las fuerzas federales y la ciudad de Buenos Aires trabajarán conjuntamente para persuadir a los ciudadanos que participan en programas como Potenciar a abstenerse de manifestarse. “Estamos en un momento difícil y necesitamos la colaboración de todos”, agregó.
La funcionaria advirtió a los manifestantes que opten por quedarse en casa o realizar actividades productivas en lugar de participar en marchas, con el objetivo de mantener la ley y el orden en el país. Bullrich afirmó su firmeza en esta postura, destacando que la normalización de la situación en Argentina es una decisión irreversible respaldada por el Presidente y que se llevará a cabo, ya sea el primer, segundo o tercer día.
La crítica de Bullrich se centró en las organizaciones sociales que, según ella, “manejan a la gente como ganado”. Además, apuntó al legislador porteño de izquierda, Gabriel Solano, quien lideró una conferencia para cuestionar el protocolo, junto a Vanina Biasi y Eduardo Belliboni del Polo Obrero. Bullrich desestimó la capacidad de Solano para dirigir a la gente y planteó la pregunta clave para los ciudadanos: “¿Voy a una marcha y pierdo mi plan, o me quedo en casa y continúo en la cooperativa?”.
La ministra anunció medidas concretas para respaldar su posición, anticipando que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, dará a conocer la suspensión de los aportes estatales a aquellos que obstruyan calles y rutas, en línea con las declaraciones previas del líder político Milei.
Bullrich reiteró la postura de permitir la manifestación, pero sin bloquear vías públicas. La marcha convocada para el 20 de diciembre coincide con el aniversario de la crisis de 2001, un periodo tumultuoso en el que 39 personas perdieron la vida durante protestas sociales, resultando en la renuncia del presidente Fernando de la Rúa. La convocatoria se fortaleció tras el anuncio del nuevo plan de Bullrich.