¿Hay PASO o no hay PASO? Nadie se anima a confirmarlo. Que hay que ver… que la situación epidemiológica, que el gasto, que la lluvia…
El Gobierno histeriquea de acá para allá y juega contrarreloj mientras la Cámara Electoral ya les puso fecha a las primarias para el 8 de agosto.
Los gobernadores pasaron de reclamar la suspensión a quedarse callados, y nadie se define. Es como si todos se quedaran congelados viendo qué hace el otro para saber qué hacer.
El gran problema es que nadie sabe si las PASO pueden ser un acierto o un tiro que sale por la culata. La oposición presiona para que se hagan, y en el oficialismo no se ponen de acuerdo, porque las aguas están divididas entre los que apoyan y rechazan la idea.
El caso es que los tiempos corren, y el calendario apremia, porque si se hacen el 27 de abril arranca todo con la definición de los padrones, y en junio arrancaría oficialmente la campaña.
Hasta el 10 de mayo hay tiempo para que largue el decreto, pero eso no significa que se pueda dormir la siesta hasta entonces, porque si la decisión es suspenderlas tiene que salir una Ley aprobada por el Congreso de la Nación… y no hay garantías de que sea aprobada.
El panorama político es complicado. Para radicales y macristas, las PASO podrían ser la salvación, porque resolvería una interna con muchos heridos y le daría legitimidad a los candidatos, además de ordenar disputas que no se logran dirimir.
Para el oficialismo, con una cabeza fuerte como CFK, la cosa parece más calma: se hará lo que ella diga.
Pero la cuenta no es tan simple: en Catamarca las PASO juegan a favor del peronismo, porque moviliza a todos sus candidatos. En Capital, por ejemplo, la diferencia entre Saadi y Fama en la última elección fue de menos de 20.000 votos, y hubo más de 10.000 votos en blanco. De las PASO a la general Saadi sumó 200 votos más y Fama 9.000.
Entonces, ¿qué pasa si no hay PASO? Los que queden afuera del juego a dedo podrían no acompañar o jugar en contra, y si Capital no hace diferencia el resultado provincial pasa a ser incierto.
Con el diario del lunes todos sabrán si convenía hacer o no hacer las primarias, pero hoy nadie lo sabe. Y por eso se extiende el suspenso y la indefinición.