Néstor España de 22 años, estudia Comercio Exterior en Neuquén y busca que una empresa petrolera lo contrate para poder terminar la universidad: “Sé que alguien me va a dar una oportunidad”.
Un joven de 22 años viajó más de 100 kilómetros, hasta el corazón de Vaca Muerta, para pedir trabajo. Se paró por 12 hs frente a la estación de servicio de Añelo, sobre la Ruta Nacional N°7. Portaba en sus manos un cartel que llamó la atención de ocasionales automovilistas: “Busco trabajo, no pido limosnas. Soy estudiante de comercio exterior… no me quiero ir a otro país a lavar platos”.
Néstor Antonio España, semanas antes de que comience la pandemia -en marzo del 2020-, quedó desempleado. Invirtió sus ahorros con su hermano en un comercio de compra y venta de celulares, pero “la cuarentena y la crisis económica desactivó todo”.
“Recién este año comenzó a reactivarse todo y aquel proyecto quedó medio trunco, porque necesitábamos más dinero para hacerlo arrancar y no había. Entonces, me postulé a muchas propuestas y ofertas laborales, y me hicieron varias entrevistas”, arrancó.
Entre las empresas que se interesaron en el perfil de este joven, una en particular fue la que más lo “ilusionó y motivó”.
“Era de lo mío, en comercio exterior. Me hicieron cinco entrevistas. La segunda fue en portugués y la cuarta en inglés. La última había sido el viernes”, describió.
Pero este lunes le confirmaron que “por la situación del país”, aún no tomarían a nadie en ese puesto.
“Me dolió mucho porque me habían dicho que era el perfil y que solo tenían que confirmar desde Recursos Humanos”, aseguró. Dijo que “la bronca” por esa situación, la transformó en “acción”.
“Hablé con mi familia intentando buscar una vuelta porque hace mucho venía buscando un trabajo y todas fueron pálidas. Y ahí surgió la idea de salir a pedir trabajo con un cartel. Desde la sinceridad, obvio”, expuso.
EL PARÁMETRO BIEN CLARO DE LA DIGNIDAD
España se había puesto la meta de salir ayer a la mañana y llegar antes que los trabajadores ingresen a sus puestos laborales.
“Me desperté a las cuatro de la mañana, me puse zapatos, chomba y jean y salí en la moto. Tardé cómo dos horas, pero llegué a Añelo. Me tomé un café en la estación y 6:30 ya estaba con el cartel”, describió.
Al abrir el cartel, lo primero que sintió fue “vergüenza”, pero luego se autoconvenció: “Vergüenza es robar. Esto es digno y no me tiene que dar ‘cosa’ salir a pedir trabajo”.
De esa forma, centenares de autos que circularon por la ruta nacional 7 lo vieron.
“Algunos decidieron mirar para otro lado, pero por suerte fueron los menos. Muchos se pararon para felicitarme por lo que estaba haciendo, otros para darme algo de comida, y otro puñado se bajó, me dio sus datos y me pidió que les mande mi currículum que veían lo que podían hacer”, contó.
“TENGO MUCHAS GANAS DE TRABAJAR”
Al joven le quedan algunas materias para recibirse en el Instituto Panamericano de Estudios de Superiores.
“Hablo inglés y portugués, y tengo muchas ganas de trabajar. Quiero que las empresas me den la oportunidad de poder demostrar lo que sé y de lo que puedo aprender”, dijo.
Sobre la situación de irse del país, Néstor está convencido de que quiere su futuro en la Argentina.
“Acá me estoy haciendo mi casa, tengo mi familia, más allá que las redes nos acercan. Le pongo toda ficha para conseguir la oportunidad acá y no agarré el camino de irme afuera. Quiero y confío en que puedo crecer acá y hoy mucha gente me motivó a que se puede”, expresó.
Para finalizar, el joven comentó que tiene una hermana que se tuvo que ir a vivir a España para poder conseguir empleo.
Fuente: La brujula 24