¿Para qué se usa el avión?

Los nueve millones de dólares que se gastaron en un nuevo avión, representan un gasto que está lejos de justificarse, a tal punto que hasta hoy todo indica que con fines sanitarios sólo se realizó un mínimo porcentaje de los vuelos.

Es una presunción porque, con cola de paja, el gobierno parece rodear de misterio todo lo que se hace con la millonaria nave.

Aparecen viajes a Mar del Plata, a Misiones, traslado de funcionarios a destinos en los que no hay ninguna actividad, y hasta se lo habría usado para una misión tan cuestionable como ir a ver un partido de fútbol a San Juan.

Nada está confirmado, porque las autoridades mantienen como un secreto bajo siete llaves para qué usan el avión, a tal extremo que trabajadores del propio Aeropuerto Felipe Varela aseguran que en los vuelos del famoso Lear Jet 75 Liberty los hacen entrar a todos a una oficina en los momentos previos al despegue, para que no sepan quién viaja, quién se sube, quién baja.

Muy linda la privacidad, pero no es un transporte de lujo ni una compra privada: los catamarqueños lo pagamos y no precisamente para que sea el juguete nuevo de algunos privilegiados.

Más todavía: los catamarqueños, con dinero público, pagamos combustible, pilotos, mantenimiento y cuánto gasto genere el uso de este avión, comprado por un capricho en un cuestionado procedimiento.

Debería informarse oficialmente toda actividad que se realice con el nuevo avión, después de todo es la compra más cara que hizo el Estado en los últimos años (sino en la historia), demasiado caro como para que lo usen de remis unos pocos, incluyendo gente que ni es de Catamarca.

Estamos hablando de más de 1.000 millones de pesos, en una provincia donde el gobernador no deja de llorar miseria y avisa de antemano que no hay dinero para aportarle un bono extra de fin de año a los trabajadores.

Al menos háganse cargo, den la cara, transparenten: se está usando el nuevo avión para esto y esto. Sin vueltas y sin esconderse. Semanalmente tendría que brindarse ese detalle, porque es de interés de la sociedad que lo paga.

Que se explique dónde va, quiénes viajas, cada destino, cada costo de cada viaje. Si de manera inconsulta se decidió gastar una fortuna en un transporte oficial, que se dé a conocer qué utilidad se le está dando, si es que se le da alguna.

¿Cuántos vuelos hizo el avión? ¿Cuántos de esos vuelos fueron para trasladar pacientes? ¿Se lo usa para vuelos privados? ¿Cuánto se cobró, si es que se cobró, por utilizar el avión para fines ajenos a la gestión?

Por una cuestión elemental de seguridad, deben estar asentados estos datos y también los pasajeros. ¿Cuál es la razón para ocultarlo tanto?

Hoy la tecnología permite seguir los vuelos en detalle, y cada vez son más personas las que cuestionan por qué el Lear Jet aparece en destinos que no tienen relación con ninguna actividad oficial.

Cabe destacar que el sábado próximo pasado se pudo saber que el avión Lear Jet 75 hizo el recorrido: Catamarca, San Fernando(BuenosAires), Iguazú, Catamarca. Con lo que abre el interrogante de quién hizo ese traslado y con qué fin.

 

¿Responderán esto con claridad o lo van a seguir usando como si fuera su automóvil particular? Porque acá, en medio de los cuestionamientos, se promocionó la compra como una forma de mejorar el equipo sanitario, no para ir a ver a Messi o que la ministra Carla Vizzotti haga política por el país.

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