Después de haber vivido el punto álgido de su carrera al conquistar el título mundial con la Selección Argentina en Qatar, Alejandro ‘Papu’ Gómez enfrenta ahora un momento de gran dificultad. A raíz de una sanción por doping, su trayectoria futbolística ha sufrido un duro golpe, viéndose marginado de la consideración del entrenador Lionel Scaloni y con un futuro incierto en su deporte.
En un intento por revertir esta situación, el futbolista de 36 años inició acciones legales para impugnar la sanción, sin embargo, las autoridades pertinentes han rechazado su apelación, sumiendo a Gómez en un profundo desaliento.
A través de sus redes sociales, compartió su pesar con sus seguidores: “Hola a todos, como ya saben rechazaron la apelación. Es una noticia súper dolorosa y que me desilusiona mucho. Con mi equipo de trabajo y abogados vamos a seguir luchando hasta las últimas instancias para volver a jugar. Gracias por los mensajes de apoyo y cariño. Acá estamos a pesar de las dificultades, más fuerte que nunca”.
La sanción que enfrenta Gómez se originó por el consumo de terbutalina, una sustancia prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA). El futbolista admitió que su esposa le administró por error una cucharada del jarabe, con la intención de aliviar una tos persistente.
El análisis que confirmó el dopaje tuvo lugar el 23 de octubre de 2022, un día después de un partido en el que el Sevilla, equipo en el que jugaba en ese momento Gómez, se enfrentó al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu.
Aunque Gómez argumenta que se trató de una ingesta accidental e involuntaria inducida por el error de su cónyuge, el Comité Sancionador no lo consideró y ratificó la severa penalización impuesta.
El último encuentro disputado por el exjugador del Arsenal de Sarandí y San Lorenzo fue en la Serie A con la camiseta del Monza, el 8 de octubre del año pasado frente a la Salernitana. Sin embargo, debido a la oficialización de la sanción un mes después, su regreso a las canchas se retrasa hasta noviembre de 2025.