El gobierno de Laurentino Cortizo en Panamá intenta negociar con los sindicatos una salida a una de las peores crisis en la historia del país, mientras se mantienen las manifestaciones y los cortes de ruta en protesta contra el aumento de la inflación y la corrupción.
En Ciudad de Panamá, obreros de la construcción del sindicato Suntracs, el mayor del país, se manifestaron por varias calles y avenidas, algunas de las cuales fueron cortadas parcialmente al tránsito de vehículos con barricadas.
“Aquí estamos en otra jornada de lucha de las muchas que estamos dispuestos a seguir haciendo si el gobierno inepto de Cortizo no escucha a este pueblo”, dijo Gregorio Gurrel, del Suntracs, según un video publicado este viernes por este sindicato.
En la vía Panamericana, que conecta a Panamá con Centroamérica, y ruta vital para el transporte, comercio y distribución de mercancías hacia Ciudad de Panamá, los bloqueos de camiones también continuaron, dejando a miles de personas varadas.
La peor crisis en décadas
Panamá experimenta una de las mayores crisis sociales desde que en 1989 cayó la dictadura militar del general Manuel Antonio Noriega tras la invasión estadounidense.
El descontento se produce en un escenario de 4,2% de inflación interanual registrado en mayo, una tasa de desempleo en torno al 10% y un aumento en el precio del combustible del 47% desde inicios de año.
La situación ha provocado el desabastecimiento de combustible en algunas zonas del país, mientras que la mayoría de puestos de venta al público del principal mercado de abastos de Ciudad de Panamá se han visto obligados a cerrar por falta de productos.
Sindicatos rechazaron plan del gobierno
En un intento por calmar los ánimos, Cortizo (socialdemócrata) anunció la rebaja y el congelamiento del precio de combustible, que pasó de 5,17 dólares el galón de gasolina (3,78 litros) a 3,95 desde este viernes, y de una decena de alimentos.
Sin embargo, los sindicatos rechazan estas medidas y el jueves se negaron a acudir a una mesa de diálogo instalada por el gobierno con la mediación de la Iglesia católica.
“Esta generación no había vivido una crisis de la magnitud que tiene la que hoy abruma a nuestro país”, señaló este viernes el expresidente panameño, Martín Torrijos (2004-2009).
“El estallido social que estamos viviendo no es el producto de un hecho aislado o de los aumentos coyunturales del combustible y alimentos. Es la acumulación en el tiempo de demandas desatendidas y un deterioro evidente de la calidad de vida de los panameños”, agregó.