Luego de la represión ejercida por la Policía de la Ciudad, y de un sorpresivo operativo nocturno que generó incertidumbre, este domingo por la noche continuaba la vigilia en la puerta del domicilio de la vicepresidenta Cristina Kirchner ubicado en el barrio porteño de Recoleta.
Se trata de la séptima jornada consecutiva de la “vigilia permanente” que llevan a cabo militantes de diferentes organizaciones políticas, sociales y estudiantiles para apoyar a la ex mandataria en el marco de la persecución judicial de la que es víctima.
La vigilia “se mantendrá en principio hasta el lunes próximo y, luego, se debatirá entre las organizaciones cómo se sigue”, había adelantado Nahuel Beibe, secretario general de la Corriente Nacional Martín Fierro, días atrás.
Lo cierto es que el operativo sufrió incidentes este sábado a partir del vallado que instaló el Gobierno de la Ciudad para que los militantes no puedan llegar hasta la puerta de la casa de Cristina; y luego el ataque de la Policía porteña contra los manifestantes y hasta incluso el hijo de la vicepresidenta, el diputado Máximo Kirchner.
Sin embargo, y como desde hace una semana, los manifestantes se mantenían este domingo “estado de alerta y movilización” frente al domicilio de Cristina Kirchner, ubicado en la intersección de Juncal y Uruguay.