La Fiscalía de Bolivia emitió una orden de aprehensión contra el expresidente Evo Morales tras su ausencia en una declaración judicial relacionada con una investigación por presuntos delitos de abuso de menores y trata de personas en 2016.
Morales ha reafirmado su inocencia y argumenta que su vida está en peligro, además de denunciar la falta de garantías para su seguridad. El exmandatario sostiene que el caso, archivado previamente, fue reabierto por el actual gobierno y asegura que fue una fabricación política durante la gestión de Jeanine Áñez.
La presunta víctima era parte de un grupo juvenil formado por Morales durante su mandato. La denuncia fue presentada el 26 de septiembre en la Fiscalía de Tarija, apenas tres días después de que Morales y miles de sus seguidores marcharan 187 kilómetros para exigir cambios al gobierno de Luis Arce, con quien disputa el liderazgo del Movimiento al Socialismo (MAS).
Aunque Morales no acudió a la citación, su defensa presentó un escrito alegando amenazas contra su vida y citando una sentencia constitucional que establece que el caso debe ser tratado en Cochabamba, región donde reside el exmandatario.