Tras el incidente diplomático que tuvo lugar en la embajada de México en Quito y la subsiguiente ruptura de relaciones entre ambos países, la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), dirigida por Luis Almagro, ha llamado a México y Ecuador a retomar el diálogo para resolver sus diferencias.
En un comunicado oficial, la OEA expresó su rechazo a cualquier acción que ponga en riesgo la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y recordó la obligación de los estados de cumplir con sus obligaciones internacionales. Además, manifestó solidaridad con las víctimas de las acciones ocurridas en la embajada mexicana en Ecuador y anticipó que convocará a una reunión del Consejo Permanente para abordar la tensa relación entre ambos países.
Por su parte, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, defendió la acción de su gobierno, argumentando que la diplomacia mexicana había abusado de las inmunidades y privilegios al otorgar asilo al ex vicepresidente Jorge Glas, quien enfrenta una sentencia ejecutoriada y una orden de captura emitida por las autoridades judiciales.
En respuesta a las críticas internacionales, la canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, justificó la intervención en la embajada de México afirmando que existía un “riesgo real de fuga inminente” de Glas. Sommerfeld aseguró que el gobierno ecuatoriano cumplió con su deber con la justicia al detener al ex vicepresidente, subrayando que ningún delincuente con sentencia ejecutoriada puede ser considerado un perseguido político.
El llamado al diálogo por parte de la OEA se presenta como una oportunidad para resolver el conflicto diplomático entre México y Ecuador y restablecer las relaciones bilaterales en beneficio de ambas naciones y la estabilidad regional.