Por si los gobernantes no se enteraron, la inflación de junio estalló al 5,3% respecto de mayo, y en los últimos 12 meses acumuló un incremento del 64%, el nivel más alto en tres décadas, según informó oficialmente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Además, en el primer semestre de este año la inflación acumulada llegó al 36,2%.
Superamos la inflación de los últimos 30 años, y ya veníamos mal, así que más o menos podemos decir que nos están comiendo los piojos. Un remis por un par de cuadras cuesta más de 300 pesos, el aceite, la sal, el pan, todo aumenta sin freno, la carne está imposible de comprar. No hablemos de remedios o de una operación: enfermarse ya es un lujo reservado para el jet set.
La economía es un desastre, los sueldos no duran una semana, la gente está endeudada, preocupada, triste, enojada.
El rubro que registró el mayor incremento fue Salud, con una suba de 7,4%, en la que incidió el aumento de la cuota de la medicina prepaga y los precios de los medicamentos.
Le siguieron Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, con el 6,8%, por la incidencia del aumento de las tarifas de electricidad y gas, y de la paritaria de encargados de edificio en los gastos de la vivienda-, y Bebidas alcohólicas y tabaco, con el 6,7%.
En tanto, el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas marcó un aumento del 4,6% y volvió a ser la que mayor incidencia tuvo en todas las regiones en la evolución del índice de precios al consumidor. Dentro de este último ítem se destacó la suba de Verduras, tubérculos y legumbres, así como de Carnes y derivados.
En alimentos y bebidas, los productos que más subieron en junio fueron la lechuga (37%) papa (21%), tomate redondo (20,4%), hamburguesas congeladas (16,1%), fideos (12,9%) y aceite de girasol (12,9%). En tanto, por el lado de las bajas se destacaron la naranja (-9,6%), limón (-7,7%) y la banana (-2,3%), todos productos del sub rubro frutas, de componente estacional.
El panorama es negro, aunque los gobernantes estén preocupados por las candidaturas del año que viene, por acomodar la Corte de Justicia para no ir en cana, o por qué nombre ponerle al estadio.
No sabemos si esta clase dirigente no sale a la calle, si es que todos sus choferes tienen camionetas polarizadas o qué es lo que pasa, porque ellos siguen muy contentos en su mundo mientras la gente está pasando hambre.
Hablan de si hay que hacer PASO o no, si se vota en marzo o en octubre… viven en una nube de gases. Deberían salir por los barrios, preguntar cómo hace el laburante para parar la olla todos los días. Claro, son problemas que ellos no tienen, con sueldos millonarios y gastos pagos, su mayor preocupación es elegir el destino de las próximas vacaciones y acomodarse para la campaña.
Una vergüenza, que ya no se sabe si es producto de la ineptitud, de la insensibilidad o qué. Que no se sorprendan cuando la gente vaya a votar: quizás escuchen todas las voces que hoy ignoran y reciban un baño de realidad.