Muy lindas las obras que se hacen y se proyectan, pero miles de familias siguen padeciendo, en este 2020 que ya termina, lo mismo que padecían en 2010, en el 2000, en los 90… no hay agua muchachos.
Bien entrado el Siglo XXI seguimos viendo aguateros como en la época colonial, con la única diferencia de que antes llevaban agua a caballo y ahora en camiones.
Pasan los gobiernos, las décadas y los siglos y nadie logra solucionar algo tan elemental y básico como la provisión de agua. Eso sí, se hacen más barrios, estadio, se gastan 200 millones en La Gruta para una obra que ni siquiera será propiedad del Estado, todo hermoso. Pero agua no hay.
Se manda internet por satélite, se miran películas en los teléfonos, se hacen videollamadas múltiples con cualquier parte del mundo, pero en Catamarca no se logra que al abrir la canilla salga agua.
Hay familias que esperan hasta la madrugada para que salga un poquito y ver si se pueden bañar. Juntan en tachos y recipientes, mientras el Estado pide que no se junte agua por el dengue. Hay vecinos que tienen que pagar para que el camión se apiade y les llene el tanque de agua. Hay días enteros de sequía total, o jornadas con tan poca presión que si se prende el lavarropas se funde.
¿Qué se hizo? Se declaró una “emergencia hídrica”. ¿Qué permite esa emergencia hídrica? Hacer contrataciones directas por hasta 150 millones de pesos. Como tantas otras veces, los problemas se usan para sacar ventaja, eludir controles, quizás favorecer amigos con algún negocio.
Todavía recordamos el escándalo de las compras directas, que alguna vez, en otro tiempo y otra galaxia, quizás llegue a juicio.
El Estado tiene un problema que no puede resolver, y lo que hace es aprovechar para relajar los procedimientos, nada de licitaciones, concursos, rendición de cuentas… no, contrato directo con quien quiero, no me hagas perder tiempo que esto es una emergencia.
¡Son 40 años de esta emergencia! Avisen a qué barrio le solucionaron el problema del agua con los 150 millones que pueden gastar de una, sin preguntas molestas de por medio.
Ahora se habla de más de cien proyectos para los 16 departamentos y la mar en coche, todo fantástico, pero agua no hay.
Si llueve mucho porque no se puede purificar, si no llueve porque no alcanza, si hace calor porque se consume mucho, si hace frío, si hay viento, si cae martes 13, siempre hay una excusa, pero las soluciones nunca aparecen.
Eso sí, para actualizar tarifas son todos ágiles y eficaces.