Narcopolicías hasta el cuello, y las autoridades miran para otro lado

La Cámara Federal de Tucumán confirmó el procesamiento al imputado Carlos Kunz, a quien los gobiernos peronistas ubicaron nada menos que como jefe de Drogas Peligrosas y subjefe de la Policía provincial.

Kunz quedó muy complicado en la causa abierta en su contra, al rechazarse los recursos que había presentado, con lo que la causa de los narcopolicías catamarqueños se agrava cada vez más, mientras el ministro de Seguridad hace campaña para convertirse en diputado y el gobernador arma una Corte de Justicia compañera.

Mientras tanto, la droga sigue inundando las calles y destruyendo vidas, los ladrones siguen como si nada y los asesinos gozan de impunidad.

La causa de los narcopolicías fue esquivada por un poder político que nunca se hizo cargo de nada, porque este tema no nació cuando lo reflejaron los medios: varios años antes se presentaron informes a las autoridades, y nadie hizo nada.

La seguridad del peronismo estuvo en manos de Marcos Denett, que apareció como fiscal de Estado, se tuvo que ir, lo premiaron con la EC Sapem, volvió como secretario de Seguridad, metió a su hijo de diputado y hoy es de vuelta fiscal de Estado.

Estuvo en manos de Juan Pablo Morales, que después pasó a la Justicia, fue filmado recibiendo dinero y procesado por supuestas coimas, quien renunció al Poder Judicial en medio del escándalo.

Estuvo en manos del “Facha” Hernán Martel, que empezó revoleando la media contra la gestión anterior y después fue premiado con un cargo en la Corte de Justicia.

Ahora está en manos del “Cheto” Aguirre, que no solucionó ni un problema de seguridad pero ya está probándose el traje para asumir como diputado, haciendo campaña mientras parece que maneja de taquito su tarea, porque no renunció para dedicarse al proselitismo.

Un desastre total, porque una policía corrupta es responsabilidad del poder político, y aquí nadie se hace cargo.

La Cámara Federal tucumana tiró abajo todos los recursos de Kunz, y confirmó el dictamen de abril del año pasado que lo señala como “presunto autor penalmente responsables de los delitos de Cohecho Pasivo, Organizador de Comercialización de Estupefacientes Agravado por ser cometido por Funcionario Público encargado de la prevención y persecución de delitos contra la salud pública y Sustracción de medios de prueba, todo en concurso real” y pone como partícipe necesario a su colega Norberto Valdez.

Acá se está hablando de jerarcas policiales que cobraban coimas a los narcos a cambio de protección, y de policías que comercializan drogas.

¿Y el gobierno? ¿El poder político que puso a esos policías? Están en otra cosa, son todos candidatos y están preocupados por pagarle a empresas de afuera para que les armen la campaña.

El Catucho

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