Justo Marcelo Murúa, que cuando estaba en la tercera línea del gobierno era un contestador serial, se quedó sin palabras.
Convertido ahora en ministro, como la mayoría de los afiliados al PJ (si algo sobra en Catamarca son ministerios), el antiguo subsecretario de Obras Públicas, funcionario de Catastro y legislador, ahora es la máxima autoridad catamarqueña en Minería, un sucesor de Micone que no ha tenido todavía oportunidad de lucirse.
Todo comenzó cuando el diputado Alfredo Marchioli (UCR) presentó un proyecto para solicitar informes porque sospecha que la empresa Livent vendería el litio que extrae de Catamarca a un precio menor en comparación con los precios internacionales, motivo por el que pidió que se informe urgente sobre la cantidad de concentración de sal de litio vendidos a la planta de refinación ubicada en Salta y el precio de venta de los productos de litio.
Nada del otro mundo, digamos, si sos ministro de minería, te preguntan cuánto litio sale y a cuánto se vende… como preguntarle al ministro de Educación cuántas escuelas hay, o al de Salud cuántos de casos de COVID tuvo.
Pero Murúa quedó zapateando y no pudo contestar.
Dijo que era más fácil hacer un pedido de informes o una nota periodística que contestar, que están viendo cómo controlar, que van a reunirse con Fernanda Ávila de Nación, que van a coordinar con Salta y Jujuy, que seguro en mayo algo sale de este tema en la reunión de la Mesa del Litio.
Bueno, en definitiva, no tiene idea. Y es un tema porque, claro, si no tiene idea… ¿no será que “nos están pasando”?
Una buena pregunta para hacerle a cualquiera menos a Murúa, porque no sabe, pero tranqui que está en eso.
Lo mejor, de todas formas, fue su última respuesta: que el litio se explota desde 1995 y ellos (por los peronistas) no gobernaban.
Marcelito, esa es una buena respuesta si asumiste hace media hora… pero hace once años que gobiernan ustedes. Ya podrían haber hecho algo, además de entregar todo a chinos, canadienses, australianos, africanos, marcianos y cualquiera que venga a vaciar Catamarca con un par de billetes verdes.