María Rivero, la mujer que se quemó a lo bonzo en el CAPE el año pasado, se manifestó en pedido de asistencia para su merendero. Además, denunció públicamente que existe mal manejo de los alimentos y que todos los referentes de comedores son maltratados.
María contó que tras su internación el comedor no cerró y que siguió funcionando. Teniendo en cuenta que son mas de 200 personas entre familias anotadas y quienes llegan sin estar registrados.