Horas antes, la misma persona le dijo a Reuters que Moro había amenazado con dejar el cargo si el presidente Jair Bolsonaro seguía con sus planes de cambiar al jefe policial. El ministro reconsideró su posición, afirmó la fuente, a cambio de exigir que él elija al reemplazante del jefe de la policial federal Mauricio Valeixo, quien será removido de su puesto.
Moro es el ministro más popular dentro del gobierno debido a su historial de lucha contra la corrupción como juez federal. Su salida sería un duro golpe para la promesa de Bolsonaro de impulsar dicha batalla con investigaciones libres de interferencia política.
La amenaza de la ida de Moro y una aparente marginación del ministro de Economía, Paulo Guedes, sacudieron los mercados financieros, con el hundimiento de la moneda local de más de un 2% a un mínimo histórico de 5,5278 unidades por dólar, mientras que el referente bursátil Bovespa perdió un 1,3%.
La portavoz de Moro dijo más temprano que el ministro no confirmaba que había dicho que renunciaría. No respondió un pedido posterior para comentarios sobre las condiciones del ministro para acordar mantenerse en el cargo.
La oficina de la presidencia no respondió un pedido de comentarios. El periódico Folha de S.Paulo fue el primero en informar sobre la posible salida de Moro, asegurando que pidió renunciar y Bolsonaro trabajaba en cambiar su decisión.
El papel de Moro en el gobierno ha servido como símbolo de la lucha contra la corrupción, que fue fundamental para la campaña de Bolsonaro en 2018.
El ex juez federal supervisó la investigación de corrupción más grande de Brasil, que descubrió miles de millones de dólares en sobornos y encarceló a decenas de poderosos empresarios y políticos, incluido el ex presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
El desempeño del ministro de Justicia fue calificado como “bueno” o “excelente” por el 53% de los brasileños encuestados por Datafolha en diciembre, frente a solo el 30% para Bolsonaro.