La multinacional Mondelez decidió frenar la producción en su planta del Talar de Pacheco —donde se elaboran productos de marcas emblemáticas como Oreo, Terrabusi y Milka— y otorgar licencia a sus 2.300 trabajadores por 21 días, como parte de un plan de “mantenimiento planificado y ajuste operativo”.
Según la empresa, la medida responde a una fuerte retracción del consumo de productos fuera de la canasta básica y a un acumulado de stock no rotado que se volvió insostenible. Esta pausa se extenderá hasta comienzos de enero de 2026, con la promesa de retomar la actividad el 4 de ese mes.
Desde el sector gremial se cuestiona la “justificación operativa”: algunos delegados indican que no hay evidencia clara de un sobrestock que amerite un cierre tan prolongado, y advierten que esta decisión sienta un “precedente preocupante” en materia de derechos laborales.
Mientras tanto, los trabajadores suspendidos quedaron en un limbo de incertidumbre respecto al futuro: aunque la empresa asegura que no habrá recortes salariales inmediatos, el impacto de la caída del consumo general y la falta de demanda anticipan un 2026 complejo para la industria.





