Misiones en la mira: La Libertad Avanza busca romper la hegemonía de Rovira con el “modelo Adorni”

La cuenta regresiva para las elecciones legislativas del 8 de junio en Misiones se acelera y el escenario político se recalienta. En medio de un contexto agitado por fallos polémicos, internas partidarias y una oposición fragmentada, La Libertad Avanza (LLA) apuesta fuerte a replicar el “modelo Adorni” que le dio la victoria en la Ciudad de Buenos Aires. Esta vez, el nombre propio es Diego Hartfield: extenista, oriundo de Oberá, sin experiencia política, pero con aval explícito del oficialismo nacional.

En los últimos días, Hartfield recorrió despachos clave en CABA y se mostró con figuras centrales del gabinete, como Manuel Adorni, Martín Menem y Luis Caputo. Envalentonados por el triunfo porteño, los libertarios agitan el mismo eslogan que usaron en Capital: “Hartfield es Milei”. El objetivo es claro: capitalizar el respaldo presidencial y canalizar el voto opositor ante la ausencia del peronismo local, cuyo sello fue intervenido por la conducción de Cristina Kirchner.

Sin embargo, el panorama está lejos de ser lineal. Hartfield enfrentará a otras listas de origen liberal y todavía no conoce personalmente al Presidente. A esto se suma la ausencia de Karina Milei, quien canceló su visita a Iguazú por una supuesta gripe. Desde el oficialismo misionero no tardaron en interpretar la decisión como un gesto de distanciamiento. “No cuenta con el apoyo real de los Milei ni del pueblo misionero”, lanzó el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán.

Del otro lado se posiciona el Frente Renovador de la Concordia (FRC), fuerza hegemónica desde 2003, que intentará sostener su dominio territorial. Bajo la conducción de Carlos Rovira y con el gobernador Hugo Passalacqua como rostro visible, el espacio pondrá en juego 12 de las 20 bancas que se renuevan. Aunque mantuvo acuerdos legislativos con el oficialismo nacional, la reciente votación contra Ficha Limpia encendió las alertas en Balcarce 50 y reavivó rumores de pacto encubierto.

En ese clima tenso, el Tribunal Electoral de Misiones emitió una resolución que impide votar a efectivos de las fuerzas de seguridad, lo que afecta a entre 20 y 25 mil electores. La medida golpea directamente al exsuboficial Ramón Amarilla, líder de la revuelta policial de 2024, hoy preso y candidato a legislador. Desde LLA impugnaron la decisión por considerarla “inconstitucional y discriminatoria”.

La elección también exhibe la dispersión de la oposición. El PRO, la Coalición Cívica y la UCR competirán como “Unidos por el Futuro”, mientras los libertarios se dividen en tres listas. En simultáneo, se renovarán 11 Concejos Deliberantes y en Posadas habrá 57 boletas para elegir siete concejales, bajo la ley de Lemas.

Con seis comicios previos en 2025 —cinco con victorias oficialistas y uno para LLA en CABA—, Misiones será el próximo test electoral del año. El resultado pondrá a prueba el peso territorial del mileísmo, la vigencia del rovirismo y la capacidad del sistema político para canalizar demandas sociales en una provincia que aún recuerda la revuelta del año pasado.