El régimen iraní inició una nueva ofensiva con misiles dirigidos a Israel durante la madrugada y la mañana de este sábado, tras una noche convulsionada por explosiones en Tel Aviv, Jerusalén y Teherán. Esta escalada se da apenas un día después de que Israel realizara un ataque aéreo sin precedentes contra instalaciones nucleares y militares en Irán, utilizando aviones de combate y drones introducidos clandestinamente en la República Islámica para eliminar objetivos estratégicos, incluyendo altos generales y científicos.
Israel justificó el bombardeo como una medida necesaria para impedir que Irán desarrolle un arma nuclear, aumentando la tensión en una región ya de por sí volátil. En respuesta, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que “hay más en camino”, mientras que el ministro de Defensa israelí fue contundente: “Teherán arderá” si Irán continúa con los lanzamientos de misiles.
Por su parte, el régimen iraní prometió una “respuesta aplastante” ante las agresiones sufridas, dejando en claro que el conflicto podría profundizarse en las próximas horas.
En un llamado a la calma, Reino Unido expresó su preocupación por la escalada del conflicto. El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, afirmó estar “alarmado” por los ataques recientes y la presencia de muertos y heridos en Israel. A través de su cuenta en la red social X, solicitó una urgente reducción de la tensión para evitar más daños a la población civil.