Dentro de 10 días el presidente Javier Milei emprenderá un nuevo viaje internacional. Partirá el jueves 25 rumbo a París porque al día siguiente estará en la inauguración formal de una nueva edición de los Juegos Olímpicos que se desarrollarán en la capital francesa hasta el domingo 11 de agosto.
Así, responderá a la invitación que le hiciera el presidente francés, Emmanuel Macron, con quien además de compartir la inauguración del evento -la mayor cita del deporte- mantendrá una reunión bilateral. Ambos se saludaron en la reciente Cumbre del G7 que se realizó en Italia, en junio en la localidad de Borgo Egnazia, pegada al Mar Adriático. Solamente se trató de un encuentro protocolar y ahora, a pesar de pararse en veredas ideológicas que no son muy similares, se verán cara a cara.
La visita no será muy extensa y, por lo apretado de la agenda, fuentes de la Casa Rosada estiman que el Presidente no tendrá otras reuniones, como se había especulado, por ejemplo con Marine Le Pen, la actual diputada del partido ultra derechista Reagrupación Nacional.
Macron pudo recomponer a las fuerzas de izquierda francesa en el balotaje anticipado del 7 de julio, tras la derrota que había sufrido en los comicios parlamentarios europeos. Para ello, con su alianza centrista Ensemble se alió en varios distritos a Jean Luc Mélenchon, quien encabezó la lista del Nuevo Frente Popular (NFP) y quedó en primer lugar en las elecciones para la Asamblea Nacional. Esa alianza en la que convergieron la ultraizquierda, la izquierda, comunistas, socialdemócratas y ecologistas, relegó a los lepenistas que debieron conformarse con el tercer lugar.
Ningún partido o coalición obtuvo mayoría absoluta, de 289 diputados, en la nueva Asamblea Nacional. El Nuevo Frente Popular (NFP), una alianza de izquierda, quedó en primer lugar con entre 190 y 195 escaños, la alianza de centroderecha de Macron sumó alrededor de 160 y la extrema derecha más de 140.
Debido a ese resultado electoral, el primer ministro de Macron, Gabriel Attal, permanecerá en su puesto, por el momento al tiempo que París ultima los preparativos para los Juegos Olímpicos, que comenzarán en poco menos de dos semanas. Aunque las otras fuerzas tienen a sus candidatos para sucederlo. Las negociaciones, en ese aspecto, todavía continúan.