El presidente argentino, Javier Milei, revisará detenidamente cada párrafo del borrador final del comunicado del G20 en Brasil. Si el contenido contradice sus posiciones sobre desarrollo sustentable, cambio climático, la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente, no lo suscribirá, lo que podría generar tensión en el foro multilateral.
Aunque desde el gobierno de Lula da Silva se ha sugerido que Milei intenta fracturar el G20, el mandatario argentino sostiene que reconoce su rol en la escena internacional, pero exige que Brasil no utilice la agenda del G20 para fortalecer su política interna en detrimento de los intereses de los demás socios.
Milei se opone a la visión de Lula en temas como el cambio climático, la agenda de Desarrollo Sustentable y un posible impuesto del 2 % a los “súper ricos”. Sin embargo, ordenó agotar todas las vías diplomáticas con los negociadores del G20 antes de anunciar que Argentina no firmará el comunicado final.
Milei también repudia la invasión rusa de Ucrania y considera que el G20 debería emitir una condena firme contra la reciente ofensiva de Vladimir Putin, un punto que, a su juicio, los borradores de Brasil no abordan con suficiente contundencia.
En cuanto a la crisis en Medio Oriente, Milei enfatizó que no suscribirá el comunicado final del G20 si no incluye una condena explícita contra el accionar de Hamas y otros grupos asociados a Irán. Milei desconfía del apoyo abierto de Lula a Palestina, pues considera que Hamas opera desde allí, lo que mantiene latente el conflicto en la región.
En la madrugada de hoy, Brasil propuso al G7 –integrado por Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Japón– un nuevo enfoque para la crisis de Ucrania y Medio Oriente, pero Milei esperará su turno para responder formalmente a la iniciativa del anfitrión.
“El presidente tiene líneas rojas que espera que se respeten. No viene a romper el G20, sino a defender su visión del mundo en términos claros”, aseguraron fuentes de la delegación argentina, en respuesta a lo que califican como información sesgada del gobierno de Lula en medios locales.
Además de su rol en el G20, Milei tiene previstas reuniones con Xi Jinping, líder de China, un país con el que Argentina mantiene relaciones complejas. Aunque el presidente argentino ha sido crítico del régimen chino, la necesidad de asegurar el swap financiero para reforzar las reservas del Banco Central y dinamizar el comercio bilateral ha moderado su postura.
También mantendrá una reunión con Narendra Modi, primer ministro de la India, quien busca estrechar lazos con Argentina. Los dos países mantienen economías complementarias y coinciden en puntos de interés estratégico, lo que Milei espera aprovechar en la cumbre.
La agenda presidencial en Río de Janeiro se completa con encuentros con Kristalina Georgieva, directora del FMI, y Ajay Banga, presidente del Banco Mundial. Tras su reciente cena con Donald Trump, Milei anticipa una nueva etapa en las relaciones de Argentina con el FMI y el BM y busca consolidar estos vínculos en el G20.
Milei viajó acompañado por Karina Milei, secretaria General de la Presidencia; el canciller Gerardo Werthein; el ministro de Economía, Luis Caputo; y el sherpa argentino Federico Pinedo. Durante la ceremonia de apertura del G20, Milei se cruzará protocolarmente con Lula, anfitrión de la cumbre, a quien saludará en respeto al protocolo, aunque sin disimular las tensiones que se mantienen entre ambos gobiernos.