Milei enfrenta una semana compleja con desafíos internos y externos, pero mantiene su rumbo

El gobierno de Javier Milei atravesó una de sus semanas más difíciles, marcada por la violencia desatada durante la marcha de los jubilados frente al Congreso. Sin embargo, desde su entorno aseguran que el presidente mantendrá el rumbo económico y confían en que las “buenas noticias que vienen del norte” darán estabilidad al país. Se refieren a la casi finalizada negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), esperando que en las próximas semanas se apruebe el nuevo programa de facilidades extendidas.

Según fuentes oficiales, el Gobierno considera que no hay motivos para que el FMI rechace el acuerdo, destacando los buenos resultados fiscales bajo la conducción del ministro de Economía, Luis Caputo. En enero, el Tesoro registró un superávit de casi 600.000 millones de dólares, y se espera que el resultado de febrero sea aún más favorable. El Ejecutivo se muestra optimista con la actitud del FMI, que “no deja de sorprenderse” por la determinación política del gobierno de mantener el ajuste fiscal.

Por otro lado, el gobierno de Milei se prepara para enfrentar posibles desafíos económicos adicionales, como una guerra comercial que podría afectar las exportaciones y precios de las materias primas. En caso de que esto ocurra, Milei ya adelantó que, a diferencia de estrategias pasadas, su administración optará por recortes adicionales en el gasto público y postergar la baja de impuestos.

En un gesto de apoyo a las emergencias nacionales, Milei destinó 200.000 millones de pesos para asistir a Bahía Blanca, afectada por inundaciones. A pesar de las críticas de figuras como Axel Kicillof, quien pidió que parte de los fondos del FMI se destinaran a la emergencia, Milei dejó claro que su decisión no busca sacar rédito político. En su entorno aseguran que el presidente evitó hacer un uso político de la tragedia y prefirió concentrarse en las soluciones.

Mientras tanto, el clima social sigue siendo tenso. Se prevé que la próxima marcha de jubilados pueda ser aún más masiva y violenta que la reciente, lo que ha encendido las alarmas en la Casa Rosada. A pesar de las dificultades, Milei y su equipo continúan apostando a la “batalla cultural” que pretenden librar a través de sus políticas y el mensaje en las redes sociales, convencidos de que la mayoría de la gente rechaza el regreso a las políticas populistas del pasado.