Con una contundencia que no había tenido hasta ahora, el presidente Javier Milei expuso sus diferencias con la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien ubicó “cerca de la casta”. “Villarruel no tiene ningún tipo de injerencia en la toma de decisiones. Tampoco participa de las reuniones de Gabinete. Decidió no hacerlo hace mucho tiempo”, dijo.
El presidente abordó el tema de la relación con quien fuera su compañera de fórmula durante una entrevista con LN+. “Tenemos el diálogo que se necesita institucionalmente para cumplir nuestro roles”, indicó.
“Ella, en su visión, muchas de las cosas que nosotros hacemos no… Está mucho más cerca del círculo rojo y de lo que ella llama la alta política, y lo que nosotros llamamos la casta“, afirmó.
La tensión entre ambos era evidente desde hace varios meses. La última vez que se los vio juntos fue el pasado 1° de noviembre durante un acto de la Policía Federal. El tono del reencuentro se interpretó como un gesto de frialdad hacia la vice.
Sin lugar para el error
Antes, Milei se había referido a su forma de dirigir el Gabinete nacional, luego de las tumultuosas salidas de funcionarios que en algún momento fueron piezas clave del armado libertario.
“Todos saben que no tienen permitido un milímetro de error. De hecho fue [Luis] Petri -ministro de Defensa- al programa de Luis Majul y le dijo: ‘acá no hay lugar para el error'”, apuntó. “Eché a un amigo de 18 años”, ejemplificó, en alusión al despido del ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse. “Acá, o laburás y hacés las cosas bien, o se acabó”, sentenció.
Desde el 10 de diciembre pasado, cuando asumió el Gobierno, Milei ordenó desplazar a cuatro de sus ministros. El primero fue el ex titular de la extinta cartera de Infraestructura, Guillermo Ferraro, tras ser señalado por filtrar a la prensa el contenido de una reunión de Gabinete. Luego, se precipitaron las salidas del mencionado Posse, Mario Russo (Salud) y Diana Mondino (Cancillería).