El presidente argentino, Javier Milei, tomó la palabra en el Foro de Davos, donde líderes mundiales y grandes empresas se congregan, para abordar temas que generaron fuertes críticas. Su discurso estuvo marcado por ataques al feminismo y al ambientalismo, movimientos que, a pesar de sus diferencias aparentes, según Milei, comparten similitudes preocupantes.
Milei, conocido por su enfoque libertario, dirigió sus críticas a los movimientos de igualdad de género, argumentando que el libertarismo ya aboga por la igualdad entre los sexos. Su declaración sobre la “ridícula y antinatural” lucha entre hombres y mujeres generó revuelo en el selecto público de Davos y en las redes sociales.
El discurso del presidente argentino también abordó la percepción errónea que, según él, rodea al feminismo, acusándolo de buscar el “exterminio del hombre”. En este contexto, citó una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas en España, donde un 44% de los hombres sienten que las políticas de igualdad los “discriminan”. Milei vinculó esta opinión a una confusión alimentada por discursos de empoderamiento femenino y culpabilidad masculina.
El presidente de Argentina vinculó la agenda feminista con una mayor intervención estatal, cuestionando la creación de organismos gubernamentales, como el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, alegando que obstaculizan el desarrollo económico y emplean a burócratas innecesarios.
En relación con la lucha ambiental, Milei expresó fuertes críticas, sugiriendo que los defensores del medio ambiente, a quienes calificó como “socialistas”, abogan por políticas extremas, incluyendo el control poblacional y la controversial interrupción legal del embarazo. En este último punto, señaló una reducción del 48% en los embarazos en la adolescencia y las muertes por abortos clandestinos desde la legalización en Argentina, aunque cuestionó la ética detrás de estas medidas.
La falta de argumentos convincentes sobre el cambio climático por parte de Milei y La Libertad Avanza ha sido objeto de críticas en las redes sociales, evidenciando una carencia en su postura frente a los desafíos ambientales globales.
