Durante un acto para oficializar el renombramiento del Centro Cultural Néstor Kirchner como “Palacio Libertad: Domingo Faustino Sarmiento,” el presidente Javier Milei se dirigió a los miembros del gabinete y a un selecto grupo de 100 invitados. En su discurso, el mandatario resaltó que el cambio busca “exaltar a los más grandes próceres y símbolos nacionales” y dejar atrás el culto a figuras políticas que, según él, “arrastraron al país a la decadencia.”
Milei recordó que se cumplen 166 años desde la asunción de Sarmiento como presidente y elogió su legado en la educación, destacando la alfabetización de la sociedad, la construcción de escuelas y el incremento de la matrícula escolar. “Literalmente hicimos civilización de la barbarie”, afirmó, y criticó a quienes han cuestionado el legado de Sarmiento.
Refiriéndose a las recientes pruebas educativas, el presidente argumentó que la oposición “se enfoca en el final de la carrera educativa, cuando los verdaderos problemas comienzan con la formación básica de capital humano, ya que muchos chicos no pueden estudiar porque no tienen una adecuada alimentación.”
En cuanto a la educación superior, Milei sostuvo que “la universidad pública dejó de ser una herramienta de movilidad social y se ha convertido en un obstáculo para ella,” añadiendo que beneficia principalmente a “los hijos de las clases altas y medias altas.” También pidió transparencia en el manejo de los fondos educativos, cuestionando la oposición a una auditoría: “Si no quieren ser auditados, es porque tienen algo que esconder.”
El presidente aprovechó la ocasión para reafirmar su compromiso con la educación y el desarrollo del capital humano, señalando la creación del Ministerio de Capital Humano como un paso clave en su gestión. En un tono desafiante, instó a quienes critican las auditorías a “dejar de mentir” y aseguró que su gobierno llevará a cabo la “titánica tarea” de restaurar las bases para el desarrollo económico, social y cultural del país.